Leopoldo Crivelli, el salpicado alcalde que busca su quinto período al frente de la municipalidad de Choloma

Leopoldo o como se conoce popularmente «Polo» Crivelli, ha ganado cuatro elecciones en Choloma. En las de 2017 obtuvo su victoria más holgada, pero en el transcurso de su cuarto período ha sido mencionado en un juicio por narcotráfico en Nueva York, y en Honduras enfrenta un proceso judicial por abuso de autoridad y fraude. Ahora aspira a su quinto período como alcalde. En Choloma hay gente que lo considera un gran benefactor, pero otros lo señalan como la cabeza de una administración corrupta.

Texto: Allan Bu
Fotografías: Delmer Martínez


En las calles de Choloma, municipio en el norte de Honduras, el alcalde Leopoldo Crivelli Durant parece ser tan amado como odiado. Su figura es venerada por los seguidores y atacada sin piedad por los detractores. En una esquina es ángel y en la otra es el diablo. Después de cuatro períodos como máxima autoridad de la tercera ciudad de Honduras, el actual edil busca cuatro años más en la silla municipal. 

Crivelli es ingeniero agrónomo. Su bisabuelo llegó a Honduras procedente de Suiza y el nació en Tela, pero fue inscrito en Puerto Cortés. Tiene casi treinta años en la municipalidad cholomeña, antes de ser alcalde por cuatro períodos fue regidor por tres cuatrienios más.  

En una entrevista en 2017 para el diario La Tribuna, «Polo» contaba que en su vida solo ha tenido dos trabajos: en la industria del arroz y en la política. En esa conversación dice que nunca pensó ser alcalde, pero en su camino de fiel activista del Partido Liberal apareció la figura de Jaime Rosenthal —a quien siempre admiró — y se lanzó como candidato en el 2006 cuando Yani Rosenthal comenzó a participar. Desde entonces es alcalde de Choloma.  

Curiosamente, los dos rubros en los que menciona Crivelli que ha trabajado, lo relacionan con personas que fueron mencionadas y condenadas en la Corte del Distrito Sur de Nueva York por sus vínculos con el narcotráfico. Yani Rosenthal estuvo tres años preso por realizar transacciones derivadas del lavado de activos, y ahora ha regresado a Honduras y va por la presidencia de este país por el Partido Liberal, siendo el apoyo primordial para candidatos como Crivelli. 

Además, en el juicio del hondureño Giovanni Fuentes Ramírez en Nueva York, fueron mencionados Crivelli, junto al empresario arrocero Fuad Jarufe, a cuya familia el alcalde cholomeño dijo en la entrevista para La Tribuna haber ayudado a preparar para la producción  unas trescientas manzanas de arroz. 

«Polo», como se conoce en las calles de Choloma, fue mencionado por el excapo hondureño Devis Leonel Maradiaga, quien manifestó que Fuentes Ramírez le había mencionado que el edil le pasaba información acerca de operativos de la Policía Nacional y le había advertido de una investigación en su contra. Estas declaraciones fueron rechazadas «enérgicamente» a través de un comunicado por «Polo» y su familia.

El profesor Gustavo Mejía, actual regidor municipal y candidato alcalde por Libertad y Refundación, sostiene que «Polo» fuera de conversaciones de política y que conlleven decisiones administrativas en la Municipalidad, es una «persona jocosa y hasta malcriado, saca palabras de amigo, pero cuando le toca defender sus posiciones entonces pega el retroceso (cambia de personalidad), en esos temas se vuelve autoritario». 

Don German, un vigilante de la Municipalidad, nos cuenta que Polo Crivelli tiene dos o tres días señalados para atender a las personas que lo buscan. Al menos hasta que llegara la pandemia era así, pero las medidas de bioseguridad han modificado un poco la rutina del edil, que convive con la diabetes.

Calle principal del sector López Arellano, una de las zonas con mayor población y pobreza del municipio de Choloma. Choloma, Cortés. 25 de junio de 2021. Foto Délmer Martínez.

Contracorriente intentó contactar al edil cholomeño en diversas ocasiones. Desde la oficina de protocolo de la municipalidad se prometió una fecha para entrevistar a Crivelli, pero aunque nunca hubo una negativa, tampoco se dio la cita. 

A través de una llamada telefónica contactamos al alcalde Crivelli, quien aceptó la entrevista y nos citó en la Municipalidad, pero llegada la hora envió a uno de sus conserjes para avisarnos que debía salir con urgencia. Después no contestó más el teléfono. 

Amado y odiado

Don Germán se encuentra sentado en una de las bancas del parque central de Choloma. Es un hombre diabético de unos 60 años. Nos cuenta que fue militante del Partido Nacional hasta que un día se encontró sin trabajo y sin dinero y fue a la Municipalidad, habló con el alcalde Crivelli y le planteó su calamitosa situación. 

«Yo soy cachureco», recuerda que le dijo a «Polo», le explicó que tenía hijos en la escuela y colegio y que ya no hallaba qué hacer: «Voy a ayudarte con un empleo, lo que estoy viendo es tu necesidad, no ando viendo colores para ayudar», le dijo el alcalde. 

Hace cuatro años don German trabaja como auxiliar de seguridad en la Municipalidad. Cada una de sus palabras es elogio para «Polo»: «ese hombre con los pobres ha sido bien dadivoso, no podemos hablar mal de nuestro alcalde porque ha sido hombre ejemplar y lo he dicho. Y a mí no me va a andar atrás de las corrientes políticas, pero yo lo he dicho, tenemos alcalde en Choloma», dice de don German. 

La conversación se interrumpe cuando un vendedor ambulante, quien ha escuchado nuestra conversación dice: «¿Y cómo no lo va a defender si trabaja ahí, “Polo” no ha hecho nada», se desahoga. Le pedimos que se una a la conversación, pero se va con la promesa de regresar.  «Somos amigos, pero es de Libre», nos dice German.

A unos pasos de don German, encontramos a Lázaro González, fotógrafo. «El pueblo pueblo a veces no conoce lo que pasa en esa corporación, los cabildos abiertos se perdieron. No existen», nos comienza diciendo. 

Su crítica no es solo contra «Polo», incluye a liberales, nacionalistas y libres: «Todos, ellos hacen sus cosas y el pueblo no sabe. No me va a decir que es un buen alcalde porque ¿una obra estructural de Choloma donde la voy a encontrar?, hay otras cosas que las maniobras, una de ellas es la compra de conciencias».

parque central de Choloma.
Todo los días, Lázaro González ofrece sus servicios como fotógrafo en el parque central de Choloma. Choloma, Cortés. 25 de junio de 2021. Foto Délmer Martínez

Las decisiones en Choloma la toman el alcalde y diez regidores: Miguel Alvarado, Doris Ulloa, Yesenia Montoya y Alexander Mejía por el Partido Liberal; Leda García Pagán, Martha Cruz, Jorge Jarufe y Rafael Ugarte por el Partido Nacional; Gustavo Mejía y Hugo Rodríguez por el Partido Libre.

Gustavo Mejía dice que sí han habido cabildos abiertos, pero son condicionados, pues ahí llega gente afín a «Polo», son reuniones controladas. En tiempos de pandemia no se han realizado cabildos abiertos. 

Don Carlos Matute escucha con atención la conversación con Lázaro. Ellos son amigos, se hablan con familiaridad y respeto. «Yo le puedo dar un montón de referencias del alcalde, es que la cuestión está en que cada cabeza es un mundo», nos dice. 

Matute se encuentra en una silla de ruedas. Padece de diabetes crónica, razón por la que perdió una de sus piernas. Además, nos cuenta que ha sobrevivido a tres derrames cerebrales. 

Hace unos cinco años tuvo una crisis diabética y perdió su pie. Estaba en calamidad doméstica. Un día recibió la visita de un empleado municipal, quien es cercano a su familia. «Vos sos de otro partido, pero aquí me manda el ingeniero («Polo» Crivelli) para ver en qué te puede ayudar», le dijeron.

«Y mire que yo nunca había sido liberal, un tiempo fui nacionalista por mi padre. Ese señor no  anda viendo si usted es liberal, pinuista o demócrata, negro chino, gordo, blanco, alto o enano, feo o bonito con tal usted le hable con la verdad,  él le ayuda», dice Carlos, mientras es observado con un poco de desaprobación por Lázaro González. 

Afirma que por mucho que señalan cosas de «Polo» Crivelli, él no tiene problemas con el alcalde liberal:  «Estoy agradecido con él, después de Dios y mi familia, el poco aliento de vida que me queda se lo debo a él», nos dice.

Carlos Matute es un ciudadano cholomeño. Está enfermo de diabetes y asegura fue y es apoyado económicamente por la administración Crivelli. Choloma, Cortés. 25 de junio de 2021. Foto Délmer Martínez.

«Pero vaya a los Bajos de Choloma a ver qué le dicen», refuta Lázaro y luego agrega: «allá no quieren a “Polo” porque no les ha ayudado».  Estamos terminando la plática, cuando llega una anciana y pregunta a Lázaro qué estamos haciendo. Cuando sabe que hacemos un reportaje sobre la gestión de «Polo» Crivelli, ella dice:» Ese señor no ha hecho nada por Choloma», y sigue su camino. 

La maquinaria de Polo

«Polo» busca el quinto período como alcalde de Choloma. Ha gobernado a la tercera ciudad del país por 16 años y parece encaminado a un nuevo período. Las últimas dos elecciones las ha ganado con holgura, ¿qué ha hecho el ingeniero Crivelli para mantenerse tanto tiempo en el poder? 

De las cuatro elecciones en las que ha participado solo en una ocasión, Polo estuvo muy cerca de perder. En el 2005, obtuvo 15,134 votos por 10,600 del Partido Nacional. En el 2009, tras el Golpe de Estado a Manuel Zelaya que propició una gran derrota para el candidato liberal Elvin Santos, «Polo» se mantuvo en el poder con 19,944 votos, mientras que el Partido Nacional obtuvo 17,233. 

Para el 2013, la configuración electoral cambió con el nacimiento de Libertad y Refundación y Partido Anticorrupción. La división de la oposición favoreció a «Polo», que sostuvo el favor de sus votantes y obtuvo 23,293 sufragios, el Partido Nacional 16,464, Libre 12,549 y el PAC 9253. 

En 2017, cuando el Partido Liberal cosechó su peor derrota electoral con Luis Zelaya como candidato, «Polo» fortaleció su entramado y logró su victoria más holgada al obtener 30,175 votos, el Partido Nacional logró 20,077 votos  y la Alianza Libre/Pinu  11,280.

Crivelli tiene una bien organizada estructura de activistas para  atraer votantes nuevos y mantener a quienes ya votaron por su movimiento. Además, el opositor Gustavo Mejía menciona que «Polo» es apoyado por un grupo de empresarios que maneja la alcaldía cholomeña y por el presidente Juan Orlando Hernández del Partido Nacional a pesar de ser de un partido diferente. 

Choloma es la tercera ciudad más importante del país, genera cerca del 15 % del producto interno bruto del país. Es el principal enclave maquilero, con unas 75 empresas de la industria textil. Según el último censo poblacional realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 80 % de su población vive en el área urbana.  En ese entonces, tenía un 8.4 % de su población en edad escolar en analfabetismo.

Es una ciudad de obreros, con abundantes barrios marginales, donde se reflejan los altos índices de pobreza del país, que después de 16 meses de pandemia y el paso de dos tormentas, según estadísticas del INE, se ha elevado hasta el 70%.

En esos barrios con profundos hilos de pobreza se mueven las estructuras clientelistas de «Polo». Él y su estructura se han preocupado por atender casos como los de German y Carlos mencionados en capítulo anterior porque estos le garantizan votos en las urnas. Por eso grandes porciones del presupuesto están destinadas a las ayudas sociales. 

El regidor Mejía denuncia que la alcaldía de Choloma tiene en planilla muchas personas que no desarrollan funciones en la misma: «En la Municipalidad ha tenido mucha gente paracaidista, él ha tenido un control completo hasta con los patronatos, acaparó todo al estilo de Juan Orlando. Es igual, a puro dinero», dice. 

En información obtenida en la Municipalidad de Choloma consta que actualmente la planilla municipal tiene 447 empleados permanentes, pero siempre hay contratos especiales. En 2017, estos contratos tenían una asignación de  3,114,021. Ese fue un año electoral en el que también la municipalidad se gastó 1,000,000 de lempiras en publicidad y la oficina de Relaciones Públicas tenía 1,500,000 lempiras (62,500 dólares)  para alimentación de personas. 

Aún así, después de las elecciones en 2018 y en plena crisis postelectoral, hubo 4,017,000 millones de lempiras (167,000 dólares) de contratos especiales. Para este año también gastó 1,300,000  lempiras (154,000 dólares) en pago de publicidad. 

«Polo», como casi cualquier político en Honduras, es un beneficiado de un vicio de la política llamado clientelismo electoral. Se ha convertido en el alcalde dadivoso que ayuda directamente a su gente con medicinas, un techo o regalando 500 lempiras. Todas estas acciones le generan votos para el próximo evento electoral. 

En una conversación con Contracorriente, el sociólogo Pablo Carías, explicaba el fenómeno del clientelismo de la siguiente forma: «Es un vicio o deformación de nuestra política. Podríamos explicarlo a partir de una relación que se da entre un político y una persona común, que tiene intereses muy puntuales que resolver». 

El regidor Mejía cuenta que en una sesión de corporación a Polo le negaron la utilización de 7 millones de lempiras para realizar una serie de proyectos de construcción y mejoramiento de obras en los barrios. «Es para hacer política», dice el opositor. 

Desde el presupuesto de la Municipalidad, «Polo» alimenta y se beneficia del clientelismo. En el 2017 invirtió  57,599,000 lempiras (2,4 millones de dólares)  en el programa Vida Mejor, que se dedica a la construcción de pisos y techos saludables. Además, invirtió 90,000 lempiras en estufas económicas y 867,000 lempiras (36,125 dólares) en mantenimiento de obras.  Realizó transferencias a asociaciones sin fines de lucro no nombradas en el presupuesto por 600,000 lempiras (25,000 dólares).

Municipalidad de Choloma
Fachada de la Municipalidad de Choloma, que actualmente ocupa la tercera posición en homicidios en el país solo detrás de San Pedro Sula y el Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela). Choloma, Cortés. 25 de junio de 2021. Foto Délmer Martínez.

En apoyo a  la micro, pequeña y mediana empresa dedicó 867,000 lempiras. En 2017, la municipalidad tuvo un presupuesto de 350 millones de lempiras (14,500,000 dólares).

En el 2018, la administración Crivelli orientó 18,788,000 millones (782,833 dólares ) a un programa llamado Todos por la Paz, que intenta reducir los índices de violencia de la ciudad, que en los últimos años ha caído en la zozobra por un baño de sangre. 

Pero los resultados de ese programa son cuestionables, en 2020 en plena pandemia, en Choloma hubo 159 homicidios, que representan el 7.7 % de los homicidios en el país, fue la tercera ciudad en este registro en el país, solo por detrás de Tegucigalpa (569) y San Pedro Sula (330). 

También en el presupuesto de 2018 aparece un renglón presupuestario que se refiere a  «Ayuda Social a personal de capital» esta casilla tiene una erogación de 7,087,000 millones de lempiras. En 2019, la Municipalidad cholomeña contó con un presupuesto de 503 millones de lempiras (21 millones de dólares), de los cuales solo 170 fueron orientados a obras de infraestructura. 

En el 2020, el presupuesto alcanzó los 532 millones de lempiras (22,5 millones de dólares). Al programa Vida Mejor, que forma parte de asistencialismo estatal, se asignaron 85 millones de lempiras (3,5 millones de dólares). En este año hubo fondos por 6,5 millones de lempiras para realizar transferencias a asociaciones sin fines de lucro, pero en ninguno de los casos se da el nombre de los beneficiarios. En el programa Todos por La Paz se invirtieron 36 millones de lempiras (1,5 millones de dólares).

Crivelli tiene cuentas pendientes con la justicia hondureña. Se presentó ante los tribunales de justicia en noviembre de 2019 para declarar por las acusaciones de fraude, abuso de autoridad y uso de documentos públicos falsos. 

En el año 2020 fue capturado como resultado de una auditoría realizada por el Tribunal Superior de Cuentas a la Municipalidad de Choloma en el período comprendido entre 2005 y 2011. Ahí salieron a relucir indicios de responsabilidad penal por parte del alcalde y la Corporación Municipal que aprobaron la compra de un terreno sobrevalorado sin seguir procedimientos apegados a la ley.  

El bien fue adquirido en 2008 para la construcción de un relleno sanitario, la Contaduría General de la República avalúo el terreno en 3,025,000 de lempiras, pero en la alcaldía cholomeña se autorizó la compra por 10,500,000 lempiras.

Crivelli estuvo dos meses suspendido como máxima autoridad de Choloma hasta que la Corte Suprema de Justicia aceptó un recurso de amparo que le permitió reintegrarse a sus labores dos meses después, pero la causa en su contra continúa. «Todo fue por un bien para el municipio, en Choloma todos saben que es un precio justo», dijo Crivelli a La Prensa cuando en octubre de 2020 regresó a la alcaldía. 

Por este caso ya fueron condenados por violación a los deberes del funcionario nueve exregidores de la alcaldía cholomeña: Sandra Deras, Manuel Vallecillo Brocato, Rigoberto Ramos Moya, Norman Portillo Velásquez, José Inés Ayala, Milton Urbina Macías, Irma Delia Pérez Coto, Jesús Alcocer y Nelson Midence Calderón. Ellos recibieron de nueve meses a tres años de prisión, mientras que fueron inhabilitados para ejercer cualquier función pública. 

El regidor Mejía señala la corrupción de «Polo», pero también reconoce que tiene una poderosa maquinaria electoral y que utiliza métodos tradicionales para obtener votos. Sostiene que a cada empleado municipal se le ha pedido que consiga sesenta votos para el candidato y actual alcalde, los cuales deben ser acreditados con pruebas. Lázaro González, también ha escuchado una versión muy parecida de empleados municipales. 

Mejía cuenta que en el preámbulo de las elecciones en la comuna cholomeña se está contratando a «gran cantidad de gente» incluidos líderes de barrio de la oposición, a quienes ofrecen de salario hasta 30,000 lempiras». 

Lázaro dice que ve con asombro la cantidad de activistas que componen el ejército que «Polo» tiene para ganar las elecciones, «hay más activistas que dinero en la caja», nos dice para después expulsar una sonora carcajada.

Melania Reyes, directora del Movimiento de Mujeres de Colonia López Arellano (Momucla), reconoce que en Choloma la gente es muy liberal y que «Polo» ha logrado formar una gran estructura para mantenerse en el poder:  «Indiscutiblemente ha sido muy inteligente», dice.

Momucla
Melania Reyes es la directora del Movimiento de Mujeres de la Colonia López Arellano, Momucla. Esta organización ha encabezado protestas contra el establecimiento de las ZEDES en Choloma. Choloma, Cortés. 25 de junio de 2021. Foto Délmer Martínez.

La historia del alcalde dadivoso, Melania la mira desde otra perspectiva: «Él regala el dinero del pueblo, de los impuestos de nosotros, para otras cosas. En lo personal para mí, no ha sido un  buen alcalde, pero tiene una gran estructura». 

Reyes dice que su posición crítica la ha confrontado con algunas estructuras que apoyan al alcalde cholomeño: «A mí me han querido callar, pero siempre he dicho que si es el momento de irme, no hay problema». 

Y parece que esa gran estructura que mencionan Melania y Gustavo Mejía ya ha sido heredada, pues permitió que su hija Kathia Crivelli, quien participaba por primera vez en política, resultara como la primera candidata a diputada por el departamento de Cortés. Fue la liberal con más votos en este departamento con 38,483 marcas. La joven política superó a figuras reconocidas del liberalismo como Harry Panting y Marlon Lara y va con el movimiento de Yani Rosenthal. 

Cercano de convictos y lío con las ZEDE

Los enredos de «Polo» en tribunales de justicia van más allá de la frontera de Honduras, Crivelli fue mencionado por distintos actores en el juicio contra el hondureño Giovanni Fuentes Ramírez, quien fue condenado por delitos relacionados con el narcotráfico en la Corte del Distrito Sur de Nueva York. 

El acusado fue una de las personas quien mencionó a «Polo» Crivelli, confirmando que en una de las campaña a la alcaldía municipal, no especificó cuál, él había contribuido  con unos 140,000 lempiras.

El regidor Gustavo Mejía dice que Giovanny Fuentes Ramírez, a través de su empresa de biomasa encabezó una deforestación masiva en Choloma sin que ninguna autoridad municipal hiciera nada. «Nunca dijo nada. Nosotros íbamos y no se hacía nada. Ahora nos damos cuenta que había una alianza y eso le permitió hacer mucho. Sabíamos que le quitó tierras a la gente a vista y paciencia del alcalde», aseveró.

regidor municipal
El profesor Gustavo Mejía es regidor municipal por segunda ocasión bajo la bandera de Libertad y Refundación. Gustavo es candidato a la alcaldía del municipio de Choloma una vez más en las elecciones de noviembre del 2021. Choloma, Cortés. 25 de junio de 2021. Foto Délmer Martínez.

En ese juicio de Fuentes Ramírez también fue mencionado por un testigo protegido el empresario arrocero Fuad Jarufe, dueño de la plantación de arroz, que «Polo» menciona en la entrevista para La Tribuna como uno de sus dos trabajos. Según el testigo, en las oficinas de Jarufe, Fuentes Ramírez se reunió en dos ocasiones con el actual presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández y le entregó 25,000 dólares en sobornos. 

La llegada al poder de «Polo» fue en gran parte por el apoyo de don Jaime Rosenthal, patriarca de la poderosa familia del norte del país, que en 2015 vio como tres de sus miembros, incluido don Jaime, eran señalados por Estados Unidos de permanecer una década lavando dinero proveniente del narcotráfico.

En esa ocasión también señalaron a Yani Rosenthal, quien purgó tres años en una cárcel estadounidense al declararse culpable por el delito de participación en transacciones monetarias con bienes de procedencia ilícita. 

Yani es ahora  el candidato presidencial del Partido Liberal y bajo su sombra, «Polo» busca quedarse por quinto período consecutivo en la alcaldía cholomeña.  «Él (Polo) fue muy allegado con Jaime Rosenthal, los defendía a capa espada. Además, eran socios de Sady Andonie, ahora nosotros decimos que eran un solo grupo».

Andonie es un reconocido empresario arrocero en el sector de Choloma y es también político. Fue diputado por el Partido Liberal en el período de 2006 a 2009.  El empresario se vio involucrado en escándalo por la importación irregular de 14,600 toneladas de arroz. El caso quedó en el olvido, como tantos en Honduras.

Yani Rosenthal | Partido Liberal
Yani Rosenthal, candidato a la presidencia del país durante una conferencia de prensa en la sede del Central Ejecutivo del Partido Liberal. Tegucigalpa, 26 de julio de 2021. Foto: Martín Cálix.

Pero en Choloma, hay gente que defiende a capa y espada a «Polo». Don German dice que en la política siempre habrá quien trate de desacreditar a las personas. «Es que alguien me puede decir a mí que soy asesino, el asunto es que me prueben, porque si no lo hacen es en vano tanta palabrería», dice.

***

Las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), que ha impulsado el Gobierno de Juan Orlando Hernández, es en este momento uno de los temas más controversiales en Honduras. Este proyecto es calificado por los profesionales del derecho como una abierta violación a la soberanía nacional. 

Pues en Choloma, se está construyendo una ZEDE denominada Ciudad Morazán en el sector de la aldea Caraos. El proyecto pretende ser una zona industrial y residencial, en la que se están desarrollando alrededor de 70 apartamentos que tienen un valor entre 2000 lempiras  (83 dólares) y 3000 lempiras (125 dólares).

Este proyecto le ha provocado dolores de cabeza a «Polo». Las fuerzas vivas de Choloma han expresado su desacuerdo en el proyecto. La última protesta se realizó el 24 de julio, cuando cientos de ciudadanos le dijeron no a Ciudad Morazán.  

Una de las protagonistas de esta protestas fue Melania Gómez, directora de Momucla, quien semanas atrás había expresado su desacuerdo con el proyecto.  «Con el movimiento hemos estado luchando para que estas ZEDE no se queden y al señor alcalde le hemos dicho que si él anda aprobando eso será el próximo que se quite de esa silla porque no queremos una persona que esté dañando nuestras comunidades y nuestro municipio, no vamos a permitir eso aunque hayan muertes».

El regidor Gustavo Mejía dice que «Polo» no ha tomado posición frente a la ZEDE porque hay una alianza con el Gobierno nacionalista. «Él en este momento representa los intereses de Juan Orlando y se lo he dicho: “¿Cuál es el miedo que le tiene a Juan Orlando?”», dice. 

Advierte, que pese a que la ZEDE se sigue construyendo, en sesión de corporación este proyecto quedó vetado donde quedó plasmado en el acta que la mayoría de regidores no están de acuerdo. «La ZEDD la están haciendo, pero ese es problema de ellos», sostiene. 

Crivelli ha guardado silencio frente a la construcción de la ZEDE en Choloma. Las elecciones venideras tomarán a «Polo» en una posición que no tuvo en los cuatro procesos que ganó anteriormente, pues además del controversial tema de las ZEDE, también ha sido mencionado en una Corte de Nueva York y en Honduras su libertad pende la Corte Suprema de Justicia.

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