Mujeres con pancartas, claveles, cacerolas y machetes de un lado, del otro, mujeres uniformadas y con toletes, todas hondureñas. Mujeres que en la conmemoración del Día Nacional de la Mujer hondureña, salieron a hacer frente desde sus propias trincheras a la crisis post electoral que en Honduras se vive desde noviembre de 2017.
Hoy se instaló la Primera Legislatura del período constitucional 2018-2022 en el Congreso Nacional con actos simbólicos de protesta como el de la nueva diputada de Libre, la comisionada de policía en condición de retiro, María Luisa Borjas, quien mientras se entonaba el himno nacional dio la espalda a la Junta Directiva reelecta casi en su mayoría y sin la representación de diputados o diputadas de la oposición. Mientras esto sucedía, en los alrededores del centro de Tegucigalpa un grupo de mujeres organizadas en resistencia, las feministas e independientes intentaban llegar hasta los bajos del hemiciclo legislativo como cada 25 de enero, pero fueron detenidas por un operativo policial y militar que acordonó todo el centro.
«A las mujeres que andamos en las protestas nos siguen criminalizando, y hoy como es costumbre desde 2009 no nos dejan pasar por ciertos sectores. El Centro de Tegucigalpa está amurallado, no hay acceso al Congreso Nacional que se supone es una de las casas del pueblo», lamentó Delmy Ordoñez, una de las jóvenes manifestantes que desde el barrio La Guadalupe se movilizó con dirección al Congreso, sin poder llegar debido a los agentes de la Policía Nacional y Militar que las rebasaban en cantidad.
Luz María Cantillano, vestida con una sábana blanca y con manchas rojas llegó a denunciar «el derramamiento de sangre que ha hecho el gobierno del presidente Juan Orlando». En el primer año de gobierno de Hernández, su único hijo fue asesinado por delincuentes en la entrada principal de la Colonia Los Pinos cuando se dirigía a buscar trabajo.
Doña Luz hoy no vendió tamales en Los Pinos, como hace todos los días, hoy se apostó con una cruz en la mano y la Constitución de la República en el suelo, frente a una barricada de la Policía Nacional en su primera línea conformada por mujeres que escudaban a unos seis bloques más de policías antimotines y policías militares que cubrían toda la avenida.
Varias son las razones que han movido a las mujeres hondureñas a salir a las calles a luchar por sus derechos, después de 64 años de promulgado el 25 de enero como el «Día Nacional de la Mujer Hondureña» bajo Decreto Legislativo número 30 del 28 de enero de 1954. «Hoy no tenemos nada que celebrar, pero sí mucho que despreciar, porque lo que sucede en este país es el fraude más transparente de la historia, claramente hay un solo poder que dirige y manda y los demás sólo son súbditos que paga con nuestros impuestos», condenó Regina Fonseca del Centro de Derechos de las Mujeres, sentada frente a una barricada de policías que le triplicaban en número al costado trasero del Congreso Nacional.
Fonseca puntualizó que «en un medio sexista y misógino como es la Policía, las mujeres que allí se encuentran aprenden a reprimir, pero allá adentro, ellas también son violentadas, son subordinadas y hoy objetivizadas por este sistema capitalista y patriarcal… esta lucha es por las que estamos acá afuera protestando, por las que están aún en casa cocinando y por ellas, por las que están con ese tolete y escudo frente a nosotras defendiendo a la dictadura».
Al terminar la protesta, algunas manifestantes regalaron rosas a las policías y otras las trataban de persuadir: «Dios las ama, dios ya les tiene un galardón, nosotras las entendemos, dios las ama aunque nos monten verga»,fue el mensaje final de una señora que ya iba camino de regreso con su pancarta doblada a seguir en su cotidianidad.
1 comentario en “Una dictadura confrontada y defendida por mujeres”
Qué linda manera de hacer periodismo…
Les felicito, compañeras.