A pesar que la Constitución de la república de Honduras prohibe la reelección presidencial, gracias a un fallo de la Corte Suprema de Justicia, el presidente Juan Orlando Hernández logra ganar 4 años más en el poder. Cuatro años más que están en entredicho, podrían ser más si la reelección sigue sin regularse legalmente, como está ahora. Las denuncias de fraude electoral son fuertes, pero más fuerte es la expresión en las calles que va desde las tomas de carreteras, hasta violentas irrupciones en comercios. La represión a estas manifestaciones ha dejado 22 muertos en los últimos 20 días después de las elecciones.
“Hubo irregularidades, errores y problemas sistémicos antes, durante y después de las elecciones. Estamos ante un proceso de baja calidad”, dijo José Quiroga, expresidente de Bolivia y representante de la Misión de Observadores de la Organización de Estados Americanos (MOE OEA) tras ser declarado presidente Juan Orlando Hernández por David Matamoros Batson, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), sólo él, el representante del Partido Nacional sin el pleno de magistrados. Inmediatamente las calles en 52 puntos del país mostraron el descontento de la gente con este anuncio y de nuevo una oleada de manifestaciones, violencia y represión se muestra tras las elecciones del 26 de noviembre.
“La alteración de las evidencias del incidente del día 29 de noviembre de 2017 en el servidor de base de datos primario (SQL1) impidió a esta auditoría acotada y no invasiva obtener datos esenciales del mismo. El tratamiento del incidente no respetó las buenas prácticas aceptadas mundialmente sobre el manejo de incidentes de tecnología informática. Las acciones para restablecer la infraestructura tecnológica no fueron las apropiadas (reinstalación del sistema como SQL4 sobre el servidor primario SQL1 alterando la evidencia), y no se preservó la evidencia ni se restringió el acceso al otro servidor afectado (SQL2), dejando hasta la fecha un acceso remoto habilitado desde las oficinas de la empresa proveedora.”-muestra el informe de la OEA.
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La OEA habla de irregularidades, pero da detalles sobre un estudio que realizan con una muestra de 361 actas del Partido Nacional, Partido Liberal y la Alianza de Oposición en el que Hernández ganaría las elecciones con 41.36% contra 41.04% de Nasralla, un margen tan estrecho (0.32%) que entra en el margen del error de la muestra.
El TSE anunció el triunfo del Partido Nacional con 42.95% contra un 41.42% de la Alianza Libre-PINU, un 1.53% de diferencia. Mientras tanto, la Unión Europea (UE) valida el resultado aduciendo que en el escrutinio especial bajo su observación no se presentaron incongruencias entre las actas de los partidos, en físico y las subidas en el sistema de divulgación del TSE.
Por su parte, con una posición muy diferente a la UE, el informe de la OEA agrega que : “En el contexto de la observación post electoral, la MOE analizó un importante número de actas correspondientes al SIEDE y escrutinios especiales, así como a las fuerzas políticas en contienda (Partido Nacional, Partido Liberal y la Alianza de Oposición contra la Dictadura y el Partido Liberal). De esta revisión, la MOE puede concluir que en casi la totalidad de las actas hay coincidencia entre las oficiales y las obtenidas por los partidos. Sin embargo, existen algunos casos en los que se encontraron discrepancias inexplicables entre las actas de los tres partidos y las del TSE. Es importante notar que las copias de las actas en posesión de los partidos no cuentan con las medidas de seguridad para evitar su alteración o falsificación”.
“Estas elecciones nos dejan un trazo de pintura que se llama: la duda. Baja calidad en el proceso, un sistema no garantizado, esa duda de conjunto en una sociedad polarizada, la sospecha que se tiene, se convierte en un factor de inestabilidad social que se contrapone a la insistencia de sostener el triunfo de Juan Orlando Hernández”, expresó el sacerdote jesuita Ismael Moreno en la emisora Radio Progreso tras el informe de la OEA, mientras en 52 puntos del país a las 9 de la noche reportaban tomas de carreteras y protestas.
“La Alianza no va a dejar que le roben las elecciones, lo vemos ahora, la gente salió ante esta declaratoria. La situación del país está fuera de control, la gente está fuera de control y es difícil saber qué pasará en los próximos días”, decía un ciudadano que en El Progreso participaba en la manifestación que cerraba el paso al bulevar que conduce al atlántico hondureño. Un grupo de jóvenes encendieron llantas, puestos de periódicos, derribaron palmeras, rótulos y semáforos. El caos se apodera de las calles. En San Pedro Sula se reportaron saqueos en un centro comercial y desesperación de la gente que andaba en las calles a esa hora tras verse sitiada.
Las calles gritan mientras la OEA concluye en una conferencia de prensa en Tegucigalpa: “A partir del análisis técnico realizado, la Misión no puede confirmar que el SIEDE haya sido manipulado con dolo. Sin embargo, sí puede afirmar que no contó con las robustas medidas de seguridad necesarias para garantizar su integridad y que, por tanto, su seguridad se vio vulnerada. A partir del análisis presentado en este reporte y del cúmulo de observaciones comprendidas en el primer informe preliminar, la MOE considera que ha observado un proceso de baja calidad electoral y por ende no puede afirmar que las dudas sobre el mismo estén hoy esclarecidas.”
El secretario de la OEA, Luis Almagro sostiene las dudas con este tweet y pide elecciones para evitar crisis en Honduras: