Población LGTBI aun muy lejos del poder político en Honduras

Con una diferencia irreversible de más de 140 mil votos por debajo de su contendiente más votado, Rihanna Ferrera la primera mujer transgénero de Honduras en llegar hasta unas elecciones generales, deja atrás su sueño de ser diputada por los próximos cuatro años.

Uno de los más difíciles retos que en esta contienda electoral no pudo vencer, fue ser inscrita por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el nombre de Rihanna Ferrera que la define con su identidad de género, y por el contrario, su fotografía apareció bajo el nombre de Pedro Ernesto Ferrera Sánchez.

“Yo sabía que mi inscripción como Rihanna Ferrera era ilegal porque en este país no tenemos leyes sobre identidad de género, pero como yo vi que inscribieron a Juan Orlando siendo ilegal la reelección, pensé que me podrían inscribir también a mí como Rihanna” expone al referirse a su inscripción para estas elecciones.

Sin embargo, para Rihanna Ferrera Sánchez el simple hecho de haber llegado hasta los comicios generales ya es un gran avance en su lucha por la reivindicación de los derechos de las personas de la comunidad LGTBI.

Previo a que Rihanna ejerciera el sufragio la mañana del domingo 26 de noviembre en el Instituto Técnico Honduras de la Colonia Kennedy, manifestó que su gran expectativa era ganar “para poder desde adentro (en el Poder Legislativo) trabajar por construir en Honduras una democracia más participativa, inclusiva y sin discriminación”.

Aunque en Honduras estamos cerca de la inclusión, aún hay mucho trabajo por realizar, según lo valora Erick Martínez, secretario de asuntos de la comunidad LGTBI en el Partido Libertad y Refundación que integra la Alianza de Oposición contra la Dictadura en los presentes comicios electorales, al consultársele si realmente al ganar La Alianza se garantizarán los Derechos Humanos a la comunidad LGTBI.

Martínez reconoce que aunque en Libre y en el Pinu hay apertura e inclusión para los representantes de diferentes grupos vulnerabilizados, es necesario trabajar más a nivel estructural y de base para lograr que más candidatos de la comunidad LGTBI lleguen no solo a participar, sino que logren ostentar el poder y la toma de decisiones.

Erick reconoce en Rihanna a una lideresa que ha trabajado desde otras trincheras por la defensa de los derechos de la comunidad LGTBI, por los derechos de las mujeres transgénero y transexuales y por los Derechos Sexuales y Reproductivos en general y es probable que eso le adjudicara los 11 mil votos obtenidos durante esta contienda.

De forma peculiar, Rihanna obtuvo mayor número de votos en la urna 9632 del Instituto Salesiano San Miguel, uno de los centros educativos donde generalmente votan personas de clase social media y alta, no así en la mayoría de los centros educativos de zonas rurales de Francisco Morazán donde no logró ni un voto.

¿Es entonces el tema de la inclusión un tema de clases sociales? ¿Será el respeto a la identidad de género un tema de formación académica? ¿Está relacionada la inclusión y respeto a la diversidad sexual al poder adquisitivo?

Rihanna Ferrera, una mujer de 29 años, que nació un 2 de febrero de 1988 en la turística ciudad de Tela, Atlántida enfrentó a lo largo de su vida diferentes formas de discriminación y rechazo, y durante el proceso electoral no fue diferente al ser sentenciada por uno de los magistrados del TSE, al decir que agradeciera por dejar que saliera maquillada y con el pelo largo en la papeleta y no con corte de varón, como lo cuenta ella.

Para Erick Vidal Martínez “la lucha por el respeto de los Derechos Humanos debe ser una tarea de todos y todas y no sólo responsabilidad de unos cuantos”, y a propósito rememora el asesinato en 2012 del periodista y defensor de Derechos Humanos Erick Ávila, quien además fue uno de los primeros líderes de la comunidad LGTBI en intentar participar en la vida político-partidaria de Honduras.

Martínez concluye que es indispensable para la construcción de una democracia participativa, que la comunidad LGTBI no sólo sea incluida en la agenda política de los partidos, sino que se garanticen las condiciones para que la comunidad LGTBI pueda acceder a la toma de decisiones y allí defiendan por mérito propio, sus luchas vividas.

La organización Lésbica Cattrachas da seguimiento a la denuncia interpuesta por Rihanna Ferrera en cuanto a las anomalías de su inscripción y a las amenazas a muerte que durante el proceso electoral ha recibido. Esta misma organización reporta un total de 50 asesinatos de odio de personas de la comunidad LGTBI entre 2016 Y 2017 y sólo 9 de ellas fueron judicializadas.

“Siguen siendo las mujeres transexuales las mayormente impactadas por esta forma de violencia” lamenta Rihanna quien seguirá luchando desde otras trincheras.

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