La selección mayor de fútbol de Honduras juega el partido de ida por el repechaje contra Australia en San Pedro Sula en búsqueda del último boleto para el mundial de Rusia 2018. Toda la atención mediática se encuentra en este encuentro, pero al otro lado de esa realidad hay una selección de fútbol que también busca un boleto a un mundial, pero que por sus características a nadie le interesa. La selección de fútbol nacional de ciegos.
En la boca de todos los hondureños y hondureñas se encuentra el partido de esta tarde; la “bicolor”, como le dicen de cariño a la selección que este viernes se juega su primera final para poder llegar a Rusia 2018, lo hace contra Australia, un país del primer mundo y que por primera vez hace su experiencia futbolística en una nación como la nuestra.
Por años el fútbol ha predominado en Honduras y sin importar el club nacional al que pertenezcan los aficionados siempre apoyan al equipo de todos: la selección. Cruzar San Pedro Sula en este momento, es respirar ambiente futbolístico: gente con su camiseta puesta, comerciantes vendiendo banderas y adornos, el mercado negro haciendo su negocio con la boletería para el partido, los taxistas, conductores de autobús, los lustrabotas, los políticos, todos hablan de la selección, discuten cómo Jorge Luis Pinto debe alinear a los jugadores para pegar primero en el repechaje.
A esa gran campaña se suman los medios de comunicación, la Federación de Fútbol y hasta la empresa privada. Apoyar a la selección no solamente es un acto patriota, también es un negocio que genera mucho dinero. El combinado catracho no se puede quejar por apoyo, lo tienen todo: desde la atención del lustrabotas, hasta la cobertura mediática de todas las televisoras, radios y prensa escrita.
Pero al otro lado de la moneda, están los olvidados, esos que también juegan al fútbol, pero que por no generar las ganancias del caso, no son apuesta ni de la federación, ni de los medios de comunicación. Se trata de la selección de fútbol para ciegos, un combinado que también pelea en este momento un cupo para un mundial: el mundial de España 2018.
La selección de ciegos disputa un torneo eliminatorio en Guatemala, junto a los demás países centroamericanos. Actualmente ha jugado dos partidos uno contra Guatemala que perdió dos goles por uno y el otro contra El Salvador, el que ganó siete a cero. Este equipo no tiene cobertura mediática, tampoco el apoyo de una federación que sí gasta millones en el fútbol tradicional, pero sí tiene las ganas, esas que muchas veces le faltan a los seleccionados convencionales.
“Es duro cuando nos ponemos a comparar los dos casos, todo el país apuesta en este momento al fútbol convencional, a ellos se les ha dado logística, dinero y todo, pero a la otra parte, a este tipo de movimiento futbolístico no recibe ni en lo mínimo el apoyo que debería darse”, relató la directora técnica de la selección de ciegos Karen Gutiérrez.
La selección de ciegos estuvo a punto de no participar en el eliminatorio centroamericano porque no tenían fondos para movilizar a la delegación de jugadores y cuerpo técnico, a ellos nadie se les acercó para apoyarles económicamente. En la selección convencional sobran los patrocinadores, desde las instituciones bancarias hasta empresas, que aprovechando el impacto mediático de la bicolor brindan financiamiento a cambio de poner su marca en el uniforme.
“Así como en la selección convencional, en este grupo de chicos tenemos mucho talento, que debe ser apoyado, pero lamentablemente sabemos que esto no vende ante la sociedad ni ante el comercio”, siguió relatando Karen.
En este momento la Federación de Fútbol discute sobre el protocolo logístico para el viaje a Australia, el próximo miércoles se juega el partido de vuelta, el crucial para ir a Rusia. Se habla del alquiler de un vuelo chárter, del pago de hotel de lujo y también de premios para los jugadores en caso de clasificar, es decir: una inversión millonaria.
El seleccionado catracho de fútbol para ciegos, tuvo muchos inconvenientes para viajar, primero el presupuesto, al final lograron conseguir donaciones de organizaciones para financiar con lo justo su viaje, el que concretaron en un autobús que sale en horas de la madrugada de San Pedro Sula a Guatemala, el hospedaje en este país lo cubre la inscripción que la Federación de Fútbol Internacional para ciegos ya ha estipulado y que supera los mil dólares.
“La condiciones para el deporte de personas con discapacidad está por muy por debajo en cuanto al apoyo se requiere, este campeonato que se disputa en Guatemala lleva los reglamentos de ley y tiene un costo de inscripción de1899 dólares por país. Se ha hecho un esfuerzo por la federación de deportes para ciegos y otras organizaciones para conformar una delegación nacional, no es fácil”, dijo Rubén Vásquez, director de la Fundación Luis Braile, institución que ha acompañado este tipo de procesos.
“Nos hemos encontrado con un problema grave, nuestras organizaciones funcionan por gestión, subsistimos por aportaciones de la población, gobierno y gente que tenga voluntad, las gestiones no han dado el resultado y esto también es parte del abandono a este sector”, lamentó Vásquez.
Para Vásquez, el sector discapacidad es invisibilizado tanto por la sociedad, como por el gobierno, la experiencia de la selección de fútbol de ciegos lo demuestra, alrededor de ella y de sus aspiraciones mundialistas solo hay abandono y desinterés.
“La respuesta es sencilla: el grupo de personas con discapacidad todavía somos un grupo invisibilizado, no tenemos la fuerza ni incidencia o no hemos sido considerados suficientemente importantes por parte de la gente que tiene capacidad de decisión en el país. Lamentablemente no se tiene la importancia ni el apoyo necesario estuvimos a las puertas de no participar”, consideró Rony Chavarría, presidente de la Federación Nacional de Deportes para Ciegos (Fenadeci).
Rony asegura que el año pasado realizaron un centroamericano de fútbol para ciegos, se acercaron a la Fenafuth y lo único que recibieron de ellos fue el uniforme, él asegura que desde la Federación les dijeron que no contemplaban en sus estatutos, alianzas con selecciones o federaciones de personas con discapacidad.
Chavarría recuerda el proceso de estructuración de esta selección, que se emociona por el fútbol un deporte interesante, pero que está secuestrado por los grupos de poder, que se aprovechan de la plataforma para hacer dinero.
Todos los sábados de agosto, hubo convocatorias y pruebas por parte de los seleccionadores técnicos, entre ellos Karen, quien formó el equipo y ahora sueñan con ir al mundial de España, un torneo que a pesar de que se logre clasificar no tendrá el mismo apoyo que la selección convencional en el caso de llegar a Rusia.
Ante la opulencia de una selección se encuentra el abandono de la otra, un olvido tan común en las apuestas alternativas y que incluyen a sectores eternamente invisibilizados por un Estado que se diluye como su sociedad en la propaganda y el comercio mediático.
2 comentarios en “La selección de los invisibles”
Quiero felicitar a ese gran periodista licenciado también en trabajo social Jorge andino por escribir ese artículo que viene a tocar la llaga del deporte nacional así como lo ha dicho la el deporte para las personas con discapacidad está olvidado está en el olvido necesitamos más apoyo bendiciones y muchos éxitos Jorge
Jorge qué bonito, real y objetivo texto… francamente debería ser leído por todos los y las hondureñas…
Gracias por decirlo así