Desde el 2011 inicié este objetivo personal de explotar mis “capacidades argumentales”, mi imaginación y mi aparente don creativo. No obstante, con el pasar de los años, me he dado cuenta que no todos los géneros literarios se dan conmigo, y la poesía es uno de ellos.
La realidad hondureña dio un giro de 180 grados a partir del año 2009 durante el recordado Golpe de Estado, y ese evento, marcó el despertar de nuestra población en todos los sentidos.
El descontento de nuestra población se manifestó en todos y cada uno de los diferentes ámbitos: sociales y culturales, siendo la protesta artística la consigna de aquél momento histórico. Y es en ese contexto es que surge esta nueva ola literaria, producto de la ruptura política y social de nuestra sociedad.
En el trayecto, miles de jóvenes comienzan a pintar, escribir, cantar y crear, viéndose así nuestra cultura beneficiada por el despertar social del grueso de nuestra población. Sin embargo, a nivel literario, la poesía nacional se saturó de nuevos y nuevas postulantes.
La poesía es un género literario que se caracteriza por ser la más depurada manifestación, por medio de la palabra, de los sentimientos, emociones y reflexiones que puede expresar el ser humano en torno a la belleza, el amor, la vida o la muerte. Como tal, puede estar compuesta tanto en verso como en prosa.
Actualmente, la poesía moderna se caracteriza por el predominio del verso libre, donde el autor tiene libertad total para disponer y organizar los versos en el texto y buscar su propio ritmo, sin ataduras de rimas o métricas. Y es debido a esta libertad, que surge cierta “inconformidad” o abandono del género por parte de los más jóvenes en nuestra sociedad.
Nunca podrá juzgarse, partiendo de lo anteriormente expuesto, una obra poética como buena, excelsa o mala, pues dicho principio carece de base y sustento, tomando en cuenta que es producto de la idiosincrasia de la mente creativa que ha dado a luz ese esfuerzo. Es por ello, que toda la poesía es relativamente buena, pero no del todo impactante y desmesuradamente brillante.
A diferencia del resto de géneros literarios, la poesía, incorpora en su contenido el alma del autor, trayendo a nuestros ojos los diferentes matices y problemáticas que este o esta afronta en el proceso de desarrollo de su obra. Por lo que, a mi ver, es el género más complejo de escribir, y no todo aquel o aquella que escriba poesía merece el calificativo de poeta o poetiza.
“La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos”.
Rabindranath Tagore.