Ante la muerte: en memoria de las 46
En mi mente las imagino riendo, divertidas, bulliciosas, ocupadas en algún ritual cotidiano como lavarse el pelo, cuidar a los niños/as, barriendo o lavando ropa. Unas recias y otras gráciles como pompas de jabón, cantando, bailando, encerradas, pero vivas. Sin embargo, sé que nada de eso es verdad, y que la boca de la muerte con su aliento de fuego alcanzará estas imágenes, no sin antes recibir disparos, machetazos, puñaladas.