El tercer libro de Augusto Monterroso «Movimiento Perpetuo» (1972), es una mezcla de géneros, la intención de su título es justamente su libertad para moverse entre el ensayo, el poema y el cuento de una manera fascinante. Este especial, aunque toma su nombre, no es sobre el libro de Monterroso, ni tampoco sobre el tránsito entre géneros literarios. Este especial es sobre el movimiento perpetuo que hace sobrevivir a un país que se llama Honduras. 

No es un cuento, no es un poema, no es un ensayo. Es una recopilación de historias que nos muestran por qué la gente se va, por qué regresa, cómo regresa o cómo se va la gente de un país en el que debemos estar conscientes de que por más profundas que sean las raíces, a veces, o muchas veces, toca arrancarlas. 

Se estima que Honduras tiene un millón de migrantes que trabajan en el extranjero, que a noviembre de este año habían enviado 7,933 millones de dólares a sus familiares. Somos un país de migrantes, que en los últimos dos años se ha convertido también en tránsito de miles de migrantes de todas partes del mundo. 

La gente se va, alguna regresa para irse de nuevo. Un país flotante, con identidades marcadas por ese movimiento perpetuo.