Texto: Eva Galeas
Fotografías: Martín Cálix
Según datos de la Secretaría de Salud (Sesal), Honduras ha vacunado a solamente el 1 % de su población. Apenas a 5687 miembros del personal sanitario de primera línea con las dos dosis, y a 108,538 personas, entre ellas personal sanitario y adultos mayores con la primera dosis.
La Sesal inició el pasado miércoles la jornada de vacunación móvil en Tegucigalpa, iniciando con personas de 75 y 76 años de edad y finaliza el 21 de mayo con las personas de 90 años y más. El pasado miércoles, desde horas muy tempranas de la mañana, decenas de personas de la tercera edad llegaron en sus vehículos al Polideportivo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), a la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH) y al Campo Parada Marte de Tegucigalpa, capital de Honduras, para recibir la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19. La segunda dosis llegará a Honduras el próximo 10 de junio, según las autoridades de salud.
La Sesal había anunciado que la jornada de inoculación al adulto mayor comenzaría a las ocho de la mañana y finalizará a las cinco de la tarde de este miércoles, bajo todos los protocolos de bioseguridad. Sin embargo, llegaron más personas de las planificadas para vacunar y partir de las diez de la mañana, los encargados del proceso de vacunación anunciaron a los ciudadanos que realizaban largas filas en los puestos móviles de vacunación, que no se iba a continuar con el proceso porque se había superado la cantidad de personas.
Cada centro de inoculación tenía estipulado vacunar a 560 adultos mayores, pero debido a las presiones de familiares de los ancianos y los medios de comunicación, al final del día se terminaron vacunando 790 en la UNAH, 760 en Campo Marte y 684 en UTH.
La coordinadora de la red de centros de salud de Villa Adela, Flor del Campo, Las Torres y Nueva Esperanza, Nidia Rosibel Reyes, explicó que proyectaban vacunar a 560 adultos mayores, pero tuvieron que conseguir 200 vacunas más porque aumentó la demanda, finalmente pudieron atenderlos a todos.
Reyes además explicó que la controversia que hubo con la vacuna Sputnik-V es que solo se tiene la primera dosis y que la dosis A es de un color y la dosis B de otro color: «Los dos componentes son diferentes no es que haya venido incompleta», aseguró.
La doctora Reyes agregó que en el centro de salud en donde ella labora registra 20 fallecidos por la COVID-19, comenta que el año pasado tuvo 680 pacientes con el virus: «Ahora apenas vamos por mayo y tengo casi la misma cantidad de pacientes en el centro de salud de este sector, la gente no quiere colaborar», lamentó.
Doña Ramona Romero de 75 años, salió del barrio Sabana Grande de Tegucigalpa, desde las cuatro de la madrugada para poder llegar desde temprano al polideportivo de la UNAH a vacunarse. Ella es madre de seis hijos, y uno de ellos parapléjico. «Es por eso que he tenido más miedo, no quiero que mi hijo se me enferme, yo me dedico a la venta de tortillas para poder tener para mis gastos y mi comida, a mi casa llegan muchas personas a comprar tortillas, pero ahora que ya estoy vacunada me voy a sentir más protegida por mí y por mi hijo», destacó.
Doña Ramona cuenta que hizo fila desde las cinco de la mañana, pero que la espera ha valido la pena porque el miedo a la enfermedad es algo con lo que ha vivido todo el año, porque nunca dejó de trabajar y exponerse al virus. «Gracias a Dios que a pesar de todo lo que se vivió el año pasado mi venta no me bajó, porque la gente siempre me llega a comprar yo ya tengo mis clientas», comenta.
Doña Ramona tiene cita para el 21 de junio para poder aplicarse la segunda dosis de la Sputnik-V, pero comenta que su nuera, que se encuentra entre la población más joven, también se dedica a la venta de tortillas y anda vendiendo de casa en casa y puede contagiarse. «Yo les pido a las autoridades que nos vacunen a todos para que esta enfermedad se termine, la vida es lo más importante», enfatizó.
La Sesal definió que toda esta semana aplicarán vacunación domiciliaria y que a partir del próximo lunes 24 de mayo comenzarán con la inmunización de las personas que lleguen a cada uno de los centro destinados. El calendario para la inmunización que han brindado es del 19 y 20 de mayo, se estará vacunando al adulto mayor de 75 a 76 años de edad, esta jornada finaliza el 28 y 29 de mayo para personas mayores de 85 años.
Entre los requisitos que deben cumplir los ciudadanos para poder ser inmunizados están: usar una camisa manga corta, presentar la tarjeta de identidad, un recibo de servicios públicos y no más de un acompañante por paciente.
Hasta la fecha Honduras ha inoculado apenas al personal de primera línea, adultos mayores que están siendo vacunados esta y la próxima semana, y se supone que el próximo domingo estará siendo vacunado a 1500 miembros del gremio periodístico, catalogados como profesionales esenciales.
Según el portal oficial de la Sesal, Honduras registra un aproximado de 108,538 personas vacunadas con la primera dosis, que corresponden a un 1.1 % de la población total del país y tan solo a 5687 vacunados completamente, que corresponde al 0.1 %.
Hasta la fecha Honduras se registra como uno de los países con la tasa más baja en vacunación contra la COVID-19 a nivel mundial, según la página Adivina que se dedica a recopilar datos oficiales que ofrecen los países en la pandemia, a Honduras le hace falta 569 semanas que representan aproximadamente 11 años para inmunizar a toda su población.
Tal es la crisis que se vive en este país que a principios del mes de mayo siete alcaldes hondureños de diferentes institutos políticos y municipios, ante la inoperancia de las autoridades, se vieron obligados a solicitar ayuda al presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
La respuesta fue positiva por parte de El Salvador que donó 34,000 vacunas de la marca AstraZeneca, siendo entregadas en dos lotes, cada uno con 17,000 vacunas contra la COVID-19.
Por otra parte, hace más de una semana el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, informó en conferencia de prensa: «Estamos asegurando contar con más de 14 millones de dosis de vacunas con la compra de 4,4 millones de dosis a la farmacéutica Pfizer suficiente para confirmar que tenemos una vacuna para cada hodureño mayor de 12 años», finalizó.
Estas aclaraciones fueron desmentidas por el gerente general para Centroamérica y el caribe de Pfizer, Bradley Silcox, quien dio a conocer en una publicación en las redes sociales que lo que hay es una intención de compra, no un contrato.
Juan Orlando Hernández anunció que tenía un acuerdo con Pfizer para comprar 4,4 millones de dosis, pero la Farmacéutica aclaró que solo era intención de compra.
Mientras que el viceministro de Salud Fredy Guillen, quien es el encargado de la compra de vacunas contra la COVID-19 y firmas de contratos, indicó que la vacuna aplicada esta semana a las personas de la tercera edad forman parte de una compra bilateral de 4,2 millones de dosis que Honduras hizo a la Sputnik-V de la cual se aplicó la dosis A.
«En las negociaciones con Pfizer tenemos 14 millones en lista de espera para nuestro país, teniendo en cuenta que tenemos 4,2 millones de Sputnik-V, 4,4 millones de Pfizer contratadas, 3,9 millones Covax –vía donación— más el contrato del Seguro Social, más las donaciones que nos han hecho los países hermanos, se va vacunar a 7 millones de hondureños aproximadamente de la población elegible para vacunar», dijo el viceministro Guillén.
En cuanto a la adquisición de las vacunas Pfizer, Guillen expresó que el contrato está en proceso, sin intermediarios, y que en las próximas horas definirán la parte técnica, logística y el calendario de entrega.
Al ser consultado cuánto fue el costo por la adquisición de esta vacuna, Guillén respondió que no está autorizado para dar ese tipo de declaración pues esta es información reservada, que en su momento las autoridades lo van a publicar en los portales de transparencia: «Hemos firmado acuerdos de confidencialidad, pero estamos seguros que es un precio competitivo, un precio excelente para ser una vacuna como Pfizer con un 94.5 % de efectividad» , resaltó y pidió a la población que no se desespere: «para junio tenemos muchas dosis que hemos contratado con Pfizer».
Centros de vacunación fijos
A partir del lunes 24 de mayo también se habilitarán centros de vacunación fijos para continuar atendiendo de acuerdo al calendario establecido.
El subsecretario de Salud, Nery Cerrato, explicó a los medios de comunicación que tienen como meta vacunar a los 31,000 adultos mayores de 75 años que están registrados en el Registro Nacional de las Personas: «No vamos a dejar ninguno sin vacunar. Esta es la vacuna Sputnik-V y tenemos exactamente las 31,000 dosis para ellos».
Según el instituto Nacional de Estadísticas (INE), en Honduras viven 798,410 personas mayores de 60 años, mismas que forman parte de los grupos más vulnerables a infectarse de COVID-19 y que necesitan las dosis de forma urgente.
Honduras es el país con peor promedio de vacunación en Centroamérica con solo el 1.1 % de su población inoculada.
Hay una alta demanda, el lunes da inicio la jornada de vacunación en el Instituto Central Vicente Cáceres y en la Universidad Católica de Honduras (Unicah), para aplicar la primera dosis a los adultos mayores que corresponden a las edades de 80 y 85 años, que le corresponde a la red de Villa Adela, se estará atendiendo del lunes 24 de mayo al viernes 28 desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde.
El director regional de Salud Metropolitana del Distrito Central, el doctor Harry Book, comentó que están favoreciendo al adulto mayor, cada rango de edad tiene dos días para que la población no pueda aglomerarse, son 1600 vacunas diarias para tener más de 7000 vacunados al final de la semana.
Comentó que a partir del 19 de junio iniciarán a aplicarles la segunda dosis a este grupo que se le está vacunando esta semana, son alrededor de 31,000 adultos mayores la meta total en Francisco Morazán, la «autovacuna» surge para agilizar el proceso de vacunación para adultos mayores lo más pronto posible ya que como sabemos son los más vulnerables con esta enfermedad.
Francisco Morazán registra hasta la fecha 1569 muertes, número que en porcentaje equivale a un 25.9 %, según portales oficiales del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).