Por: Valeria Ávila
El 25 de mayo, en Ciudad de Guatemala, 14 diputados del oficialismo —quienes quedaron sin bancada tras la cancelación del Partido Semilla— y cientos de simpatizantes del extinto partido se reunieron para celebrar la asamblea fundacional de un nuevo movimiento político que han llamado «Raíces», que buscará ser partido político para las elecciones de 2027. El Partido Semilla, que fue suspendido oficialmente el 12 de julio de 2023 por orden del juez Fredy Orellana, del Juzgado Séptimo Penal, fue el vehículo con el que Bernardo Arévalo llegó a la presidencia en las elecciones de 2023. Con miras a las próximas elecciones generales, los diputados convocaron a la base de Semilla para iniciar el proceso de recolección de firmas para inscribir formalmente a Raíces, que, según sus impulsores, aspira a consolidarse como una fuerza «con base territorial, popular y diversa».
«Estamos viviendo un cambio de época, la caída de un régimen. Por un lado están los vendepatria, déspotas, los poderosos de siempre, y por otro el pueblo de Guatemala, el que defiende la soberanía del Estado, un pueblo que triunfa y triunfará», dijo Samuel Pérez, secretario general del nuevo partido y actual diputado del Distrito Central.
«Nos vamos a levantar una y otra vez hasta tumbar este régimen de corrupción», afirmó Pérez durante su intervención frente a centenares de personas que llegaron a la capital desde Sololá, Chimaltenango, e Izabal.
El diputado Samuel Pérez, del Movimiento Semilla, fue elegido presidente del Congreso de Guatemala el 14 de enero de 2024 con el respaldo de 92 diputados. Ese mismo día juramentó al presidente Bernardo Arévalo en una ceremonia que se llevó a cabo en la madrugada del 15 de enero, tras varios retrasos y tensiones políticas.
Sin embargo, cinco días después, el 19 de enero de 2024, la Corte de Constitucionalidad anuló la elección de la Junta Directiva presidida por Pérez. La decisión se basó en que varios diputados de Semilla, incluido Pérez, habían sido declarados independientes por una resolución judicial previa, lo que, según la Corte, contravenía los requisitos legales para integrar la Junta Directiva.
En consecuencia, el Congreso eligió una nueva Junta Directiva ese mismo día, siendo electo como presidente el diputado Nery Ramos, del Partido Azul, con 115 votos a favor. Ramos es considerado cercano al oficialismo y al presidente Arévalo.
Tras el anuncio del nuevo partido, las reacciones no se hicieron esperar. La diputada oficialista Victoria Palala criticó públicamente que muchos de los asistentes a la asamblea fundacional de Raíces no pertenecen a las bases originales de Semilla.
Además, los diputados Manfredo Duvalier Castañón, Alma Luz Guerrero y Olga Villalta manifestaron su desacuerdo con la creación del nuevo partido, solicitando incluso que se postergara la asamblea para buscar consensos dentro del movimiento oficialista.
El presidente Bernardo Arévalo también se pronunció tras la asamblea fundacional, afirmando: «El grupo que está alrededor de la creación de esta nueva organización que se llama Raíces ha sido explícito, en el sentido de que ellos siguen y consideran que esta es una continuidad y siguen apoyando al Gobierno de la República y no han dicho ninguna otra cosa». No obstante, reconoció que el rumbo de esta nueva organización dependerá del desarrollo de los acontecimientos políticos en el país.
Mientras algunos diputados oficialistas lo ven como una traición a Semilla, los diputados insisten en que se trata de una continuidad del proceso político que comenzó en 2015 y que logró llevar a Arévalo a la presidencia. Aseguran que el objetivo sigue siendo el mismo: transformar Guatemala desde sus cimientos.
Un partido desde los territorios
La creación del partido Raíces ocurre en un contexto de alta polarización en Guatemala, donde el proyecto reformista del presidente Bernardo Arévalo enfrenta una resistencia sistemática por parte de sectores tradicionales del poder, sobre todo desde el Poder Judicial y el Ministerio Público, éste último con poco tiempo para la elección de un nuevo fiscal. La decisión de estos diputados de emprender una nueva ruta organizativa, aunque aún no se sabe si rompe o no la agenda del Ejecutivo, es tanto una estrategia de supervivencia como una forma de proyectar autonomía política a futuro.
Aunque insisten en que no hay ruptura con el proyecto político encarnado en el presidente de la República, la fundación de un nuevo partido puede interpretarse como un intento por diferenciarse y preparar el terreno para las elecciones venideras. Esta jugada política también plantea interrogantes: ¿será Raíces capaz de mantener la cohesión legislativa? ¿Logrará consolidarse en el corto tiempo que requiere la ley electoral guatemalteca?
Las elecciones generales de 2023 en Guatemala marcaron un momento histórico. A pesar de múltiples intentos institucionales por obstaculizar su participación, el Movimiento Semilla logró colocar a Bernardo Arévalo como presidente, tras obtener el segundo lugar en la primera vuelta y arrasar en la segunda con el respaldo de una ciudadanía harta de la corrupción. La campaña se desarrolló en medio de una fuerte persecución judicial contra Semilla, que incluyó intentos del Ministerio Público de cancelar su personería jurídica y cuestionamientos a los resultados por parte de sectores conservadores. La ciudadanía respondió con una movilización masiva en defensa de los resultados y la institucionalidad democrática, generando lo que muchos consideraron una «revolución democrática» en las urnas.
El diputado Raúl Cuá, del departamento de Chimaltenango, explicó que con este nuevo partido pretenden «regresar a las calles, de donde venimos, escuchar a los Cocodes [Consejos Comunitarios de Desarrollo], a las autoridades indígenas; es por eso que estamos velando por este nuevo partido político, para poder seguir, mejorar, no solo nuestros departamentos sino a toda Guatemala».
Por su parte, el diputado Román Castellanos dijo que «mucha gente ha apoyado, es un apoyo integral conformado por trabajadores, juventudes, comunidades indígenas, barrios, con la meta de tener condiciones dignas para todos», explicó.
Compromiso político y respaldo al Ejecutivo
A pesar del lanzamiento del nuevo movimiento sin la presencia de diputados que han sido cercanos al presidente Arévalo, como José Carlos Sanabria y Manfredo Duvalier, sus impulsores aseguran que no hay ruptura con el proyecto de gobierno. El diputado Samuel Pérez afirmó que los diputados que impulsan Raíces seguirán siendo «soldados del presidente Arévalo». Además de los 14 diputados actuales, también otros tres actores de Semilla se suman a la iniciativa del nuevo partido: Cindy Rodríguez, concejala de la municipalidad de Mixco, Manuel Alvarado, diputado del Parlacen, y Nino Matute, concejal municipal de Guatemala. Según explicó, continuarán cohesionados como bloque y respaldando la agenda del Ejecutivo, especialmente en temas como la elección del Ministerio Público y la Corte de Constitucionalidad.
Al ser cuestionado sobre posibles alianzas con otros partidos tradicionales, Pérez nos respondió que no buscan alianzas con otros partidos en este momento, sino la construcción de un proyecto político de cara a la ciudadanía. «Tenemos poco margen para conseguir las firmas necesarias, así que teníamos que salir ahorita. Los ataques van a venir de cualquier forma que eligiéramos, pero lo correcto es hacer un proyecto político de cara a la gente», explicó.
La figura de Samuel Pérez, aunque clave en la consolidación del Movimiento Semilla, no ha estado exenta de cuestionamientos. Diversos sectores han señalado su participación en acuerdos legislativos poco transparentes, especialmente durante la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia en octubre de 2024. En ese proceso, se evidenciaron alianzas no públicas entre bancadas, incluidas negociaciones que involucraron al oficialismo, lo que permitió la designación de 13 magistrados en menos de 90 minutos, sin debates sustanciales.
Aunque no se han confirmado pactos formales, el Movimiento Pro Justicia señaló la falta de transparencia en la elección y la inclusión de candidatos que tienen vínculos con operadores políticos cuestionados. La rapidez del procedimiento y la posterior juramentación reforzaron las sospechas de que algunos diputados, incluido Pérez, han priorizado la gobernabilidad parlamentaria a través de alianzas tácticas, aun cuando estas contradicen los principios de transparencia que el proyecto político de Semilla ha enarbolado.
El diputado de Sacatepéquez Diego Toledo, por su parte, respaldó la idea de que Raíces representa una continuidad, no una ruptura. Desmintió rumores sobre divisiones internas o alianzas con otras bancadas, y aseguró que el movimiento mantiene su disciplina partidaria y respaldo firme al presidente Arévalo. «Somos 23 diputados que somos aliados de este Gobierno y que nos representa el presidente Bernardo Arévalo», dijo.
Desde el departamento de Chimaltenango, el diputado Raúl Cuá subrayó que el nombre del nuevo partido fue consensuado internamente y que el respaldo de los pueblos indígenas continúa firme, como lo fue cuando defendió los resultados de las elecciones de 2023 ante la ofensiva del poder judicial.
«El pueblo indígena fue clave en 2023 para llevar a Bernardo Arévalo a la presidencia, y seguimos dándoles respaldo desde los territorios, pues seguimos trabajando fuerte con ellos dándoles el respaldo para poder sacar adelante. Contamos con el respaldo de ellos, hemos caminado con ellos los territorios, hemos visitado; realmente, como lo dije desde ahí, es donde realmente ellos conocen las necesidades de sus comunidades», señaló. También reiteró que la relación con el Ejecutivo sigue siendo sólida, y que los 23 diputados continúan trabajando en la misma línea dentro del Congreso.
