
Si tan solo llorara
estaría bien.
La melodía atorada de una ciudad sin dirección
jardines de grava y polvo
mi piel acomodada en las plazas abandonadas.
Si tan solo llorara
mi tregua no tendría palabras,
mi lengua exploraría sin dolor el sabor del destino,
caerían en pedazos los excesos del mandato y del veneno.
Si tan solo llorara
el dolor huiría de mi pecho
y esparciría el rumor:
La ciudad se quebró en mí.
De: Humo y luces convulsas

no es la soledad lo que me incomoda
sino estas cuatro paredes blancas
las pastillas
no soñar más con vos
me incomodan estos trapos
que me visten y me confunden
no poder escuchar tus canciones
ignorar cómo decirte donde estoy
no es la soledad lo que me incomoda
sino leer los titulares de las noticias
(y las pastillas)
un muerto en la calle
un muerto en el periódico
un muerto sin nombre
no, no es la soledad lo que me incomoda
sino el tiempo que te hice perder
recordar que te escuché llorar
el cuchillo que cargás en tu bolso cuando salís
me incomodan las voces que me impiden escuchar la tuya
me incomoda el hambre en los días malos
el guaro barato a la mañana siguiente
confundir tus besos con el humo
me incomoda cubrir mi rostro para poder hablar
las lágrimas forzadas
las pastillas
y esta ciudad
De: Humo y luces convulsas

Pixelarse las emociones.
Filtrarse el cuerpo.
Hablar como derecho a desconocer.
Redondearse las ideas en sin porqués.
Colocar el ánimo en figuras estáticas
—clones de clones—.
Ceder los impulsos.
Contactar la ausencia.
Anhelar ser donde la responsabilidad es mínima.
Mostrarse donde no se transforma pero se acumula.
Poseer es crecer.
El embrollo futurístico.
Combinarse en binario —ceros y unos, ceros y unos—
para acceder a la oportunidad de sobrevivir
tal vez.
Enjaularse el animal.
Citar espejos negros que nos consumieron en la advertencia.
La evolución se monetiza.
La conciencia muta al nuevo mundo feliz.
De: Recuento cotidiano

pensamientos automáticos
en organismos alimentados por cemento,
asumir lo peor es asumir lo normal
privilegios los hogares amurallados
nada es impermeable en lo espontáneo
peligrosas las narrativas que ocultan lo que no incluyen
paranoia moderna
pensar que la materia se posee
que las palabras son estáticas
que la sobreproducción en nombre de la libertad es la adecuada
paranoia moderna,
está bien huir
de quien te quiere marioneta de sus discursos
paranoia moderna.
De: Recuento cotidiano

Vengo de este mundo de hombres y tiranos
donde me han dicho que nada más es posible
solo lo que me muestran,
que yo he de cumplir ciertas tareas
he de pensar ciertas cosas
he de estar en contra y a favor de otras
porque me creen un personaje de sus sociedades.
Tuve que aprender poesía escrita por hombres
donde yo era invisible
y el mundo que experimento.
Hombres que por su religión destruyen todo
en el fondo ¿sabrán que no hay nada de religioso en creencias?
tal vez confunden sus fetiches con lo divino.
Hombres cuyo erotismo es torpe, grosero, uniforme, exclusivo de sus cuerpos
aun así, mediocre.
Hombres que se ven como semidioses, semirreyes
universales en la humanidad, el planeta y el cosmos.
Tendrán razón algunos que dicen que no sé nada de poesía,
sé muy poco
he tenido malos maestros y prefiero olvidar.
Ahora voy despacio
palpando ligero las palabras
antes de impregnarme de ellas.
No comparto la razón con quienes fundaron la historia de este pedazo de mundo,
tal vez no tengo razón.
Vengo de este mundo de hombres y tiranos
y me avergüenzo.
No conozco los métodos precisos para no replicar lo que se ha dado por hecho
impuesto a través de historias acomodadas.
Prefiero volverme ignorante antes de replicar el mundo que me categorizó injustamente
un mundo que me rechaza auténtica
y al cual decido no pertenecer.
De: cuerpo memoria animal (inédito)