Refugiado en Paraguay, Oswaldo Eustáquio, quien es investigado en su país natal por participar de actos en defensa de un golpe de estado en Brasil, apoyó al presidente electo de Paraguay, Santiago Peña y fue uno de los principales impulsores de la teoría de conspiración sobre supuestos “hackers brasileños” que vinieron a ayudarle a la oposición al oficialismo cartista durante las elecciones 2023
Por Juliana Dal Piva, de CLIP y UOL y Leonardo Martins, de UOL, Juliana Quintana y Maximiliano Manzoni, de El Surtidor
El bloguero bolsonarista Oswaldo Eustáquio, con tres investigaciones y órdenes de captura en Brasil por apoyar un pedido de golpe militar y cierre del Congreso brasileño en 2020, logró ayuda del Congreso paraguayo para evitar su extradición a través de un pedido de refugio. Ya refugiado, fue uno de los principales difusores de una teoría de conspiración que vinculaba el supuesto apoyo de Lula Da Silva a la oposición paraguaya para afectar las urnas electrónicas en las elecciones de 2023. En agosto, el Supremo Tribunal Federal pidió que el nombre de Eustáquio fuera incluido en la lista roja de Interpol.
Eustáquio fue recibido por el Comité Nacional para Refugiados (CONARE) de Paraguay gracias a la gestión de la diputada liberal Esmérita Sánchez. La diputada lo hizo como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, de acuerdo a documentos accedidos por El Surtidor (Paraguay) y UOL (Brasil) como parte de la investigación transfronteriza Mercenarios Digitales, en la que participaron otros 18 medios, cinco organizaciones expertas en investigación digital y estudiantes de maestría de la Universidad de Columbia, bajo la coordinación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP).
Mientras gestionaba su refugio en el país, Eustáquio estuvo activo durante las elecciones paraguayas de 2023. Hizo campaña por Santiago Peña – incluso yendo a saludarlo en la sede del Partido Colorado – y fue uno de los principales perfiles que impulsó la campaña de desinformación del cartismo sobre el supuesto ingreso “ilegal” de “hackers brasileños” para ayudar a la oposición a hacer un “fraude informático” de las elecciones – lo que se mostró falso con la misma victoria de Peña. Luego de las elecciones, Eustáquio lanzó en Paraguay un medio digital. Desde allí, se defendió de los cargos de su contra por parte de la “evidente dictadura de la toga brasileña”.
Quién es Oswaldo Eustáquio
Figura conocida por los partidarios del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro, el bloguero y coterráneo Oswaldo Eustáquio ha aprovechado sus redes sociales para defender en varias oportunidades posturas antidemocráticas,atacar a instituciones como la Suprema Corte de Brasil el Congreso y difundir mentiras sobre adversarios políticos. Como resultado fue arrestado más de una vez y es actualmente investigado por el Tribunal Supremo Federal (STF por sus siglas en portugués) del vecino país.
Eustáquio trabajó en 2018 como asesor de la ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos del gobierno de Bolsonaro, Damares Alves, pastora evangélica conocida por haber dicho el día de su asunción que con ella “comenzaba una nueva era. Los niños visten de azul, las niñas de rosa” y por haber mentido sobre sus títulos de abogada y docente. La esposa de Eustáquio, Sandra Terena, ocupó un cargo oficial en ese ministerio.
El bloguero continuó siendo activo en redes sociales, pero su actividad fue interrumpida en 2020 debido a una investigación criminal de la justicia brasileña que buscaba determinar quién lo financiaba y si tuvo un papel en la organización de manifestaciones golpistas que pedían el cierre del Congreso y el Tribunal Supremo de aquel país. Esto se conoció como “la investigación de actos antidemocráticos”
Ya en ese entonces, la Policía Federal brasileña temía que Eustáquio se fugara. Fue localizado en Ponta Pora, limítrofe con Paraguay, y fue arrestado en junio de 2020 por primera vez bajo cargos de “incitar a acciones antidemocráticas”.
Otra orden de arresto en su contra se dió en 7 de septiembre de 2021, cuando en el día de la Independencia de Brasil, seguidores de Bolsonaro salieron a las calles pidiendo un golpe militar. Eustaquio fue sospechado de alentar las protestas, pero su arresto fue finalmente revocado.
Una tercera orden de arresto se dio después de que incumpliera con las restricciones impuestas por la justicia, como no abandonar Brasilia y no usar sus redes sociales. Pese a ello, en 2022 Eustáquio se postuló a diputado federal, pero no fue electo
Cómo llegó a Paraguay
Después de la victoria de Lula sobre Bolsonaro en las elecciones de 2022, Eustáquio fue uno de los principales difusores de la falsa narrativa de que los comicios habían sido manipulados para que Lula ganara. Incitando a e miles de seguidores bolsonaristas que no aceptaron la derrota, hablaba sobre ello en un canal de Youtube llamado “Hipócritas” donde trabajaba junto con el influencer bolsonarista Bismark Fugazza.
Cuando el 12 de diciembre de 2022 los seguidores de Bolsonaro atacaron la sede de la Policía Federal en Brasilia, Eustáquio fue visto en el Palacio de Alvorada, la residencia de la Presidencia brasileña, donde Bolsonaro aún vivía como presidente. Sin embargo, negó en un vídeo publicado en su cuenta en Instagram haber ingresado al lugar por miedo a ser arrestado nuevamente.
Luego de los ataques a la Policia Federal, el magistrado del Tribunal Federal Supremo, Alexandre de Moraes, ordenó su arresto y el de Fugazza, dentro de la investigación acerca del uso de informaciones falsas. Eustáquio incumplió las condiciones para estar en libertad vigilada.
Esta vez, la preocupación de que Eustáquio pudiera huir del país resultó justificada. El 16 de diciembre de 2022 el bloguero ingresó a Paraguay por Pedro Juan Caballero, límite con Ponta Pora. Según su abogado, Levi de Andrade, su familia tiene residencia allí porque su madre es paraguaya.
Luego de la cumbre entre los presidentes de Paraguay Mario Abdo Benitez, y Luiz Inácio Lula Da Silva de Brasil en marzo de 2023, la Policía brasileña y la paraguaya localizaron tanto a Bismark Fugazza como a Eustáquio en un apartamento de un edificio lujoso sobre la avenida Santa Teresa, en Asunción. Entrevistada para este reportaje, la fiscal Alicia Sapriza, de la Unidad de Combate al Crimen Organizado, contó que su equipo los encontró a ambos en medio de una transmisión en vivo en redes sociales.
“Recibimos información de que estaban en un apartamento en una zona muy importante de la capital” cuenta la fiscal Sapriza. “En el momento del arresto, afirmaron que eran presos políticos y que estaban siendo silenciados”.
Bismark fue arrestado en ese momento y deportado a Brasil. Sin embargo Eustáquio no lo fue: les mostró a los agentes un documento de refugio temporal emitido por CONARE, con lo cual evitó su arresto. Hasta la fecha, Eustáquio sigue viviendo en el mismo apartamento sobre Santa Teresa.
Un refugio gestionado por el Congreso
El proceso de refugio de Oswaldo Eustáquio empezó el 10 de enero de 2023 y la autorización tiene validez por un año. Con base en este documento, Eustáquio puede quedarse y moverse libremente en Paraguay, pese a las órdenes de arresto del Tribunal Supremo Federal en Brasil.
El propio Eustáquio habló del proceso en un audio enviado como respuesta a preguntas de este equipo periodístico para este reportaje. “No fue un documento que llevé. Fui allí y me entrevistaron. Ante la gravedad de las acusaciones contra el Estado brasileño, el gobierno de Paraguay me garantizó protección. De hecho, intentaron arrestarme allí y no lo permitieron (las autoridades paraguayas). ¿Entendiste? Incluso el fiscal dijo que este tal Alexandre (de Moraes) allí no manda. Dijo que aquí mandamos nosotros” afirmó Eustáquio en el audio enviado a través de su abogado Levi de Andrade. El defensor del bloguero también dijo que el hecho de que la madre de Eustáquio sea paraguaya ayudó en el proceso.
Respuesta Comisión DDHH Congreso Paraguay
Fragmento de la respuesta al pedido de información pública realizado a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Paraguay.
En una transmisión en vivo posterior a la detención de Bismark, Eustáquio lamentó que la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Paraguay no hubiera podido llegar a impedir la extradición de su amigo bloguero.
A través de un pedido de acceso a la información pública, consultamos a dicho ente sobre el caso. En una respuesta escrita firmada por la diputada Esmérita Sanchez (PLRA), presidenta de la comisión hasta julio de 2023, la entidad admitió haber gestionado el pedido de refugio de Eustáquio. Según el documento “las comunicaciones se dieron por medio de correos electrónicos, también por medio de una representante que visitó las oficinas de la Comisión, quien propició una breve videollamada con el fin de que uno de los recurrentes manifieste la situación en la que se encuentra”. En la respuesta no aclaró quién fue la representante ni con cuál de los dos, Eustáquio o Bismark, conversó Esmérita Sánchez, que según el documento, fue la miembro de la Comisión que estuvo a cargo.
Sin embargo, el documento también contradice parte del relato de Eustaquio, al afirmar que el acompañamiento del Congreso fue “solicitado mediante nota por los Sres. Bismark Fabio Fugazza y Oswaldo Eustáquio”.
La participación de la Comisión de Derechos Humanos de Diputados en el pedido de refugio de Eustáquio no fue fortuita. Como presidenta de la misma, la diputada Esmérita Sánchez era a su vez integrante de la Comisión Nacional de Apátridas y Refugiados (CONARE), que es el organismo encargado de gestionar los pedidos de refugio. La Comisión de DD.HH. no era además ajena al cartismo: su vicepresidenta era la diputada Rocío Abed, del movimiento del ex presidente Cartes.
Eustáquio y los “hackers brasileños”
Mientras gestionaba su asilo en Paraguay, Eustáquio aprovechó para difundir desinformación sobre las elecciones de 2023 en ese país.
Dijo que estaba trabajando en el país “para ayudar a lograr” la victoria del candidato Santiago Peña (ANR), a quien fue a visitar en la sede del Partido Colorado para una foto en marzo de 2023. Aunque fuentes cercanas al equipo de Peña negaron en su momento que Eustáquio tuviera una relación directa con la campaña electoral, el bloguero fue un difusor de la falsa narrativa de un “posible fraude” orquestado por la oposición con la ayuda de “hackers brasileños” respaldados por Lula.
Como toda teoría de conspiración, una gota de verdad se convirtió en una lluvia de mentiras. Es cierto que la campaña del opositor Efraín Alegre fue asesorada por la consultora de comunicación política de Halley Arraís, un brasileño que antes había trabajado en las campañas de candidatos regionales del PT de Brasil, de Gustavo Petro en Colombia y Pedro Castillo en Perú. Pero por la sola presencia de su equipo, hospedado por la esposa de Efraín Alegre en Paraguay, influencers y medios de comunicación cercanos a Horacio Cartes, mentor político de Santiago Peña, divulgaron, sin sustento, que ellos eran “informáticos brasileños” y que habían ingresado “ilegalmente” al país.
Esta campaña de desinformación se extendió regionalmente gracias en parte a Eustaquio. Un análisis de El Surtidor documentó que solo una de sus publicaciones alcanzó más de 220,000 reproducciones en Twitter. Eustaquio fue junto a The National File, un sitio de extrema derecha fundado por el norteamericano Alex Jones, quienes impulsaron internacionalmente la supuesta conspiración, lo que a su vez sirvió a figuras del mundo digital del cartismo para declararlas válidas. Eustáquio fue incluso más allá, llegando a afirmar (falsamente) en un video que su intento fallido de extradición estaba relacionado con una conspiración para evitar que esto se revelara.
En un video publicado antes de las Elecciones 2023, Eustáquio intentó vincular – falsamente – su pedido de prisión con la teoría conspiración de fraude en Paraguay.
Finalmente, Santiago Peña ganó las elecciones de Paraguay con una cómoda ventaja de 10 puntos sobre Alegre. La narrativa de los “hackers brasileños” quedó olvidada.
La relación de Eustaquio con el cartismo no es circunstancial ni se basa únicamente en una afinidad ideológica. Antes de que este bloguero y otros bolsonaristas fueran a Paraguay, habían sido políticos e influencers de la opinión digital cartistas quienes habían viajado a Brasil. Participaron en la Cumbre Conservadora de las Américas de 2018, organizada por Eduardo, el hijo del expresidente Bolsonaro. Una de esas influencers, Vanesa Vázquez, está hoy acreditada como periodista del medio digital de Oswaldo Eustáquio en el Congreso paraguayo.
Nota de los abogados de Eustáquio
Consultados para esta investigación, los abogados de Eustáquio, Ricardo Freire Vasconcellos y Levi de Andrade dijeron que las detenciones anteriores de su cliente fueron ilegales.
Según la defensa, enviarán una “comunicación oficial” a la Interpol pidiendo que no se incluya el nombre de Eustáquio en la alerta roja, ya que según ellos, Oswaldo es “un refugiado político en Paraguay debido a una persecución ilegal”, y que “uno de los supuestos delitos sería un atentado violento contra el estado democrático de derecho, un delito que no tiene validez ante la ausencia de reciprocidad”. Para los abogados, la solicitud del gobierno brasileño ante Interpol “es inútil” debido a que Eustáquio “solicitó protección política al gobierno de Paraguay y actualmente es oficialmente un refugiado”. Finalmente, argumentan que “cualquier acción en su contra violaría tratados entre Brasil y Paraguay”
Descargue aquí un Glosario que precisa los significados de palabras o frases referentes a los fenómenos digitales usados en esta investigación
Mercenarios digitales es una investigación de Chequeado (Argentina), UOL y Agência Pública
(Brasil), LaBot (Chile), Colombiacheck y Cuestión Pública (Colombia), CRHoy,
Interferencia y Lado B (Costa Rica), GK (Ecuador), Factchequeado (EEUU) Ocote
(Guatemala), Contracorriente (Honduras), Animal Político
y Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (México), Confidencial y República 18
(Nicaragua), Ojo Público (Perú), El Surti (Paraguay), La Diaria (Uruguay) y tres
periodistas investigativas (Bolivia y España/Colombia); las organizaciones de
investigación digital Cazadores de Fake News (Venezuela), Fundación Karisma
(Colombia), Interpreta Lab (Chile), Lab Ciudadano (Honduras) y DRFLab (EEUU);
y estudiantes del curso de maestría Using Data to Investigate Across Borders de la profesora Giannina Segnini (Universidad de Columbia EEUU), con la coordinación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, CLIP. Revisión y asesoría legal: El Veinte.
Con apoyo financiero de Free Press Unlimited, el programa Redes contra el silencio (ASDI), Seattle International Foundation y Rockefeller Brothers Foundation.