Los pasos de Víctor Meza dejaron muchas huellas. Representante crítico y observador de una generación que vivió el autoritarismo de la segunda mitad del siglo XX, los tiempos de Oswaldo López Arellano, los tiempos de los militares administrando al Estado en nombre de la estabilidad, pero con la mentalidad de la contrainsurgencia y la doctrina de la seguridad nacional. Tiempos difíciles para alguien que observó, pensó críticamente y actuó a través de documentar con disciplina y rigurosidad.
Víctor representa la generación de quienes pensaron la democracia desde los retos que supone encontrar las rutas para alcanzarla en países en donde había que construirla desde sus cimientos. También vivió y reflexionó sobre cómo esa democracia–débilmente lograda, pero democracia al fin– fue defenestrada por la corrupción, el autoritarismo y la indiferencia.
Escribió, y mucho. Una tarea que se vuelve escasa. Su obra trasciende un tiempo en que cada vez se escribe y se lee menos, un tiempo en el que, otra vez, pensar críticamente, fiscalizar las acciones de los gobiernos y demostrar sus contradicciones arrincona contra las cuerdas a las mentes libres. Un tiempo en el que las decisiones se basan en frases de 160 caracteres.
Fundó junto con otras mentes lúcidas y comprometidas de su tiempo el centro de documentación más importante de Honduras, el CEDOH, que desde 1980 se dedicó a la publicación de libros, estudios y boletines. Todos ellos contados en decenas y cientos. Hizo la memoria política y social del país pensada desde las ciencias sociales y, sobre todo, desde la democracia.
Sus libros y su experiencia como funcionario y analista son referencia obligada para entender el país. En una etapa convulsa, años después del golpe de Estado, impulsó un proceso de reforma para la seguridad pública en el Gobierno de Porfirio Lobo en donde propuso, entre otras cosas, desmilitarizar la Policía; propuestas que no fueron atendidas por Juan Orlando Hernández, quien posteriormente inició un proceso para militarizar la Policía Nacional. Víctor entendió y analizó la historia del movimiento obrero hondureño, la política y la sociedad, las elecciones y los partidos políticos, la posición de Honduras en la geopolítica y en el área de intereses e influencia de Estados Unidos en la región, la democracia y su relación con los medios de comunicación, la reforma al sector seguridad, el diario devenir de la política durante el régimen del Partido Nacional de Juan Orlando, entre tantos otros temas más. Fue un pensador del país, de su gente, de sus procesos y sus necesidades. No hay un tema relevante para la democracia y el desarrollo de Honduras que no esté catalogado en CEDOH. Ahí está el pensamiento del país, desde el país y para el país. Referente también para quienes piensan Centroamérica, porque su comprensión de Honduras, si bien específica, no fue autorreferencial, ese vicio de horizontes miopes.
En Contracorriente lamentamos su partida, pero recordaremos su calidad humana, pensamiento crítico y su apertura a ser una fuente rigurosa para los esfuerzos del periodismo de investigación.
El portal web de CEDOH dice «El CEDOH nació en diciembre de 1980, como una respuesta a la creciente demanda de información que había entonces en torno a la difícil situación centroamericana y, específicamente, la de Honduras». Hoy más que nunca esas palabras fundacionales tienen vigencia porque Víctor fue consciente de que una sociedad informada es una sociedad libre; y la pluralidad y libertad de esa información hace que las sociedades sean, además, democráticas.
Transmitimos nuestras más sinceras condolencias a Leticia Salomón, referente también de esa generación que sigue pensando críticamente la forma de construir una sociedad más democrática. A su equipo de investigación y a todas las personas que tuvimos la suerte de conversar y aprender de Víctor.
Nuestra mejor muestra de respeto, agradecimiento y honra por la vida de este pensador es que, como sociedad, cumplamos el deseo que personas como él tienen: que el esfuerzo de una vida continúe replicado en muchas más que valoran la importancia de la memoria, la reflexión y la libertad del pensamiento.
Por: Consejo Editorial de Contracorriente
1 comentario en “Víctor Meza: pensar y documentar a Honduras desde los cimientos”
Me encantó ese artículo. Gracias por informarnos y educarnos.