Por Arnaldo René Díaz
El Estado como organización política de una nación, es un medio protagonista en la toma de decisiones que regulan la economía, la política y la mayor parte de los medios institucionales donde se toman las decisiones más importantes sobre una nación. Es evidente que la participación de los Gobiernos —sobre todo en el poder de decisión en casi todas las funciones del desarrollo de las políticas públicas, programas y proyectos sociales— involucra directamente a los sectores públicos.
En este artículo voy a referirme al Estado en su papel político como ente regulador del presupuesto público, este último es un elemento importante que se regula a través de las instituciones públicas, el cual a medida que nace la veeduría social, los cooperantes internacionales, las tecnologías, las nuevas formas de investigar y comunicar son sometidos a mejorar los resultados tales como el bajo desempeño, ineficiencia, corrupción y ciertas injerencias políticas como medida para mejorar los procesos de transparencia y eficiencia en el desempeño de sus funciones para el cual fueron diseñados.
¿Por qué medir el desempeño del gasto público? De hecho, existen varias formas para medir el desempeño, estudios de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y algunos investigadores proponen medir el desempeño de la administración pública desde la eficiencia, eficacia, calidad y en términos económicos; este último es una de las medidas que está teniendo mayor relevancia para medir con ciertas técnicas estadísticas sobre las finanzas y el desempeño de los recursos económicos que el gasto público está obteniendo en un determinado período de tiempo a nivel general o a nivel institucional.
En el sistema de la administración pública se puede hablar del desempeño como un concepto de medición sistemática y continua en el tiempo de los resultados obtenidos por las instituciones públicas en el ejercicio de su administración y la comparación de dichos resultados con aquellos deseados o planeados, con el objetivo de reflexionar, tomar medidas y mejorar los estándares de desempeño de la gestión del Estado.
Cada país tiene la responsabilidad de desarrollar medidas de desempeño, en la región los países tienen similitud entre sus formas de gobierno, prácticas del ejercicio público y cultura.
La importancia de la evaluación del desempeño del gasto público es tan importante para comparar resultados sobre los recursos invertidos en proyectos, programas, acciones y comparar esos resultados por áreas del desarrollo, entre países o regiones, que permitan tener reflexiones profundas y recomendaciones más útiles para las instituciones públicas en la toma de decisiones, programación y planificación presupuestaria, así como también la mejora en los procesos de transparencia administrativa.
En el caso de Honduras —que ha sido caracterizado por una serie de discrepancias sociales, las cuales se manifiestan en el gasto público con una serie de desigualdades en el sistema de la administración pública— administrativamente es un sistema carente de buenas prácticas de transparencia en sus procedimientos y herramientas; estructura, las formas de control administrativo, la falta de tecnología, planificación estratégica, ejecución y control del presupuesto de ingresos y egresos anuales del Estado.
Creo que con el nuevo cambio de gobierno estos errores deben corregirse para mejorar el desempeño del gasto público. Es importante centrarse en las formas de ejecución, intervención o herramientas digitales que permitan medir, información, capacitación y obtener resultados concretos para evitar la corrupción y pérdida de recursos públicos, pudiendo aprovecharlos con mayor eficiencia. Haciendo énfasis en la evaluación del desempeño del gasto público como una herramienta que permite encontrar resultados importantes para reflexionar, analizar y decidir de manera que se pueda mejorar el desarrollo de la nación.