La pandemia se encuentra en su pico más alto en Honduras desde que se informó del primer caso en marzo de 2020. El viceministro Roberto Cosenza aseguró que en el país están muriendo un promedio de 55 personas al día.
Texto: Allan Bú
Fotografías: Antonio Gutiérrez
Honduras se encuentra bajo una tercera y mortífera ola de la pandemia COVID-19, ahora extendida por todo el país. Los hospitales, especialmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula se encuentran al límite de su capacidad, mientras la población sigue bajando la guardia con las medidas de seguridad.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, la pandemia ya registra 333 890 contagios y 8 802 muertes por coronavirus. Francisco Morazán (2426 fallecidos) y Cortés ( 2162) son los departamentos más afectados.
En conferencia de prensa, el viceministro Roberto Cosenza aseguró que la semana anterior murieron 251 personas, siendo este el número más elevado de muertes desde que comenzó la pandemia a mediados de marzo del 2020. Aseguró el funcionario que diariamente están muriendo un promedio de 55 hondureños.
No obstante las alarmantes cifras, decenas de sampedranos caminan por las concurridas calles sin mascarillas y sin atender el distanciamiento recomendado, mientras que solamente uno de cada 10 hondureños ha completado su esquema de inmunización.
En San Pedro Sula, donde seis de cada 10 pruebas realizadas salen positivas, se observan calles concurridas y con una buena cantidad de personas obviando las medidas de bioseguridad.
Y en el pico más alto de la pandemia, aún más que los que se registraron en julio-agosto del 2020 y diciembre-enero, el país se prepara abrir la campaña política, que terminará en noviembre próximo cuando se elija un nuevo presidente. En las reuniones que realizaron sin estar abiertamente en campaña, los políticos no obedecieron las recomendaciones de bioseguridad. Se han registrado enormes aglomeraciones de personas.
En una entrevista para Contracorriente, el doctor Marco Tulio Medina, coordinador del Comité de Covid de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, consideró que una inmunización completa del 70% de la población podría derivar en una reducción real de la ola de contagios, pero el país está muy lejos de esa cifra pese que el gobierno de Juan Orlando Hernández ha prometido la llegada de 14 millones de dosis.
Sin embargo, el proceso de vacunación se aceleró con la donación de 3 millones de dosis de Moderna realizada por Estados Unidos y la compra del Instituto Hondureño de Seguridad Social de 1.4 millones de dosis de AstraZeneca.
Esta semana el país recibió 197 450 vacunas que son parte del acuerdo que el gobierno llegó con la empresa Pfizer para comprar 4.4 millones de dosis. Además, también se recibió una donación de 100 mil dosis procedente del Gobierno de España.