La tendencia que se ha impuesto en el triángulo norte, sobre todo en el manejo de la emergencia por COVID19, es la falta de transparencia en el manejo de recursos públicos y la toma de decisiones acompañado esto con el descrédito de medios de comunicación que investigan quiénes son los ganadores y perdedores de la pandemia. Los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala han visto la oportunidad de limitar el acceso a la información pública y generar un mecanismo de bloqueo al ejercicio periodístico, especialmente el independiente. Este fue el tema de conversación en el seminario virtual «Pandemia y autoritarismo: retos de la libertad de prensa en el norte de Centroamérica» organizado por Alianza Américas y la Fundación Heinrich-Böll-Stiftung San Salvador.
El pasado miércoles 29 de julio, se llevó a cabo el seminario virtual «Pandemia y autoritarismo: retos de la libertad de prensa en el norte de Centroamérica» en el que se analizó sobre la libertad de prensa como un pilar clave para la democracia que se enfrenta a limitaciones y amenazas en el ascenso de gestiones autoritarias en los países del triángulo norte. Para ello se contó con la participación de Alejandra Gutiérrez, directora de Agencia Ocote; Julia Gavarrete periodista de la revista Gato Encerrado; y Danielle Mackey periodista independiente y colaboradora de Contracorriente.
Alejandra Gutiérrez, mencionó que «la democracia no solo es ir a elecciones cada cuatro o cinco años. En el sentido más amplio de la democracia, es que la ciudadanía tome decisiones sobre sus gobernantes y sobre el tipo de país que quieren, pero para eso, debe tener bienestar social, derecho de la información, a la libertad de expresión, de manera que tengan las herramientas adecuadas para tomar esas decisiones» agregando que esto no sucede en Guatemala.
Por su parte, Julia Gavarrete de Gato Encerrado en El Salvador, mencionó que «mientras se venda la idea de que se tengan elecciones cada cierto tiempo eso no es de celebrar y no debería limitarse a eso. El ideal de democracia debe construirse en ir respetando derechos, en tener acceso a la información y respetar la libre expresión». Gavarrete fue víctima del robo de su equipo de trabajo mientras investigaba el manejo de la pandemia por parte del gobierno de Nayib Bukele, quien en su primer año de gobierno se ha destacado por atacar a los medios que critican su mandato.
Por otra parte, Danielle Mackey quien ha cubierto la región para diversos medios de comunicación, explica que «La democracia es con frecuencia debate y protesta. Y hacer democracia también significa lograr controlar a los elementos más poderosos de la sociedad cuando infringen en el bienestar común». Danielle mencionó que la democracia no es adorar a líderes. Una relación sana entre el líder y el ciudadano es que este último pueda hacerle preguntas fuertes y que el líder se vea obligado a responder con respeto y con hechos. Algo que en su experiencia entre El Salvador y Honduras, no está pasando.
Las panelistas concordaron que la situación en Guatemala, Honduras y El Salvador es similar, por la corrupción y cómo la democracia se ve amenazada por un sistema de justicia que les afecta y en el caso de El Salvador «la democracia está en detrimento. Con la pandemia se ha visto una lucha de poder que ha frenado que la pandemia pueda ser atendida de una manera eficaz»comentó Julia Gavarrete. Mackey por su parte dijo que en estos países -refiriéndose a El Salvador y Honduras- «a través de procesos democráticos se han escogido a líderes que violan la democracia y se creen más fuertes que ella, y ellos (los hombres) están rodeados por redes que los defienden y los sistemas democráticos no han podido frenarlos».
Posteriormente Gavarrete agregó que se debe «generar información a pesar de los ataques recibidos, para intentar dar a conocer que está pasando con el sistema, ahora más con la pandemia en la que hay bastante información».
Mackey por su parte manifestó que «la manipulación de la información digital a través del uso de sitios web que se disfraza de noticieros es un acto cínico y peligroso porque eso llega al periodismo que erosiona en la creencia colectiva por la información falsa, que la población en general debe cuestionar».
La limitante en las solicitudes de información es a lo que se enfrentan estos medios, ya que, según las panelistas, la información se está tratando como confidencial y en otros casos demorando la entrega o entregando incompleta la información. De igual forma la centralización de los datos es utilizado como freno al trabajo con el que intentan revelar lo que otros quieren mantener oculto.
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