Las muertes en el personal sanitario aumentan mientras sus demandas persisten

Según datos de la Secretaría de Salud brindados a Contracorriente, de marzo al 12 de junio, 5 hondureños del personal sanitario murieron a causa del COVID-19, entre ellos 3 enfermeras, un médico especialista y un microbiólogo. Sin embargo, los datos del Colegio Médico de Honduras (CMH) aseguran que, a la fecha, de los 12 000 médicos que hay a nivel nacional, aproximadamente 4000 ya se han infectado (más del 40 %) y 30 ya fallecieron a causa de la pandemia. Esto está reduciendo la capacidad de atención en los hospitales y afectando psicológicamente al personal que queda.   

Texto: Ana Irías

Fotografía: Deiby Yánes y Martín Cálix

El personal médico se ha enfrentado a una ardua batalla desde la llegada del coronavirus al país por la calamidad en la que están atendiendo a los miles de contagiados. Desde  2018 el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), ha evidenciado las pérdidas millonarias que ha sufrido el sistema de salud en Honduras, ya que aproximadamente 700 millones de lempiras han sido desfalcados en varios actos de corrupción, a esto se suma la priorización de la seguridad y defensa en el presupuesto nacional en detrimento de la inversión en salud. 

Durante los 4 meses de la emergencia por COVID19 en el país, el personal sanitario ha denunciado la falta de insumos en los hospitales. No cuentan con el equipo médico necesario para atender en las salas COVID, esto genera contagio y, en varias ocasiones, la muerte de sus compañeros, enlutando así al gremio médico. Una nota de la BBC, explica que el personal sanitario en todo el mundo es el más expuesto a una alta carga viral que hace más difícil la recuperación. En países como Gran Bretaña, el 50 % del personal médico ha estado en reposo por la enfermedad. 

En Honduras, en los últimos días, 2 médicos y una enfermera perdieron la batalla contra el COVID-19, en la ciudad de San Pedro Sula y Tegucigalpa, las ciudades que representan un 73 % de los contagios confirmados a nivel nacional. Las víctimas respondían a los nombres de Arnaldo Rodas; Karla Figueroa, quien laboraba como enfermera en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS); y Rubén Darío Casanova, jefe de urología del Hospital Escuela Universitario. 

La doctora Ligia Ramos, miembro del CMH, asignada a la sala de COVID del quinto piso del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), lamenta y condena los fallecimientos de sus colegas y asegura que no se hubieran contagiado si en los centros asistenciales se contara con el equipo médico adecuado para atender la emergencia.

«El gobierno debe invertir de manera correcta el presupuesto para poder darle sostenibilidad al manejo de los pacientes y así evitar que nosotros nos sigamos contaminando. Además, deben tomar en cuenta el impacto que las muertes de nuestra gente nos genera, todos ahora estamos padeciendo de estrés postraumático, no podemos seguir así», finaliza Ramos.

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Un policía de fuerzas especiales y un miembro del Ejército hondureño, resguardan a una médica durante una jornada de las brigadas médicas domiciliarias que realizan la Secretaría de Salud y Copeco para identificar casos positivos para Covid19. Tegucigalpa, 9 de julio de 2020. Foto: Martín Cálix.

Salud mental del personal sanitario 

Josué Orellana, presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (Aneeah), confirma que entre este personal se han contagiado 800 personas a nivel nacional, hay 13 fallecidos; 14 hospitalizados, entre ellos 12 están estables y 2 en cuidados intensivos.

«Las autoridades tienen que tener algo muy claro: hay que cuidar a los cuidadores porque si no se hace, el pueblo automáticamente se queda sin atención. Además de descuido al personal médico, los hospitales como el Tórax, Hospital Escuela y San Felipe, se encuentran rebasados de su capacidad hospitalaria, esto pone en peligro la salud física y psicológica de todo el personal de salud», explica.

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Por otra parte, Javier Lara, miembro del sindicato de trabajadores del Hospital Escuela, cuenta que los traumas psicológicos en el sistema sanitario son severos y esto les debilita físicamente: «Hemos visto morir no solo a nuestros pacientes, sino a compañeras y compañeros, grandes seres humanos. Nos duele el alma vivir esas situaciones, es un dolor inexplicable porque escuchamos el clamor de que no los dejemos morir, esto es traumante, porque no podemos salvar vidas, no porque no queramos, sino porque no contamos con lo necesario». 

Lara, confiesa que muchas veces han tenido que sacar de sus bolsillos para comprar el equipo de bioseguridad, ya que lo que dan en los hospitales no es lo requerido para atender las salas de pacientes COVID: «el personal de salud debe cuidarse porque también  muchas de nuestras compañeras de enfermería son madres solteras, jefas de hogares, y nadie está dispuesto a dejar solo a sus familiares, pero asimismo agradecemos que nuestros pagos actualmente están al día».

El psicólogo David Montalvan, señala que las situaciones de desesperanza que se viven en los centros hospitalarios, sobre todo en las salas COVID, son el resultado de las fallidas políticas del Estado: «la Secretaría de Salud, el Colegio Médico y de Enfermeras están indefensos, sin equipo de bioseguridad, sin camas para atender a sus pacientes y claro que esto afecta psicológicamente a todo el personal de salud al estar tan expuesto al contagio del virus».

Montalvan señala que la carga del personal médico es grande, ya que así como temen contagiarse no quieren perder a ninguno de sus pacientes: «el personal sanitario se siente agobiado al realizar largas horas de trabajo, al no poder comer y dormir bien, y sobre todo por no poder ayudar a todo el que necesita salvar su vida, esto es impactante en sus estados psicológicos».

De igual manera, manifiesta que es necesario que todo el personal que esté en primera línea debe de recibir salud mental, para poder tener un bienestar propio y así brindar ese mismo bienestar a quienes atienden en los centros asistenciales. También es necesario mantener una rutina saludable, dormir mínimo de 7 a 9 horas al día, alimentarse saludable y lo más importante: crear redes sociales reales, con grupo de amigos, vecinos o aquellas personas que generen confianza. 

Una enfermera brinda instrucciones a las personas que llegan en busca de atención en el hospital móvil. Villanueva, Cortés, 9 de julio de 2020. Foto Deiby Yanes.

Código Verde ¿liberación a la carga de trabajo del personal sanitario?

Según el informe de rendición de cuentas de la Secretaría de Trabajo, se han invertido 394 millones de lempiras en el Programa Código Verde Más, que consiste en la contratación de personal médico para la atención de pacientes con COVID-19.

Dicho Programa contrató 3597 profesionales de la salud para la atención de la emergencia de COVID-19, unos 1237 profesionales de la medicina para atender la mora quirúrgica de los centros asistenciales, y 750 para la atención oportuna de los pacientes positivos al coronavirus, a través de las brigadas médicas.

Pero tanto la doctora Ligia Ramos como Josué Orellana, presidente de la Aneeah, aseguran que los médicos contratados en esta modalidad han presentado retraso de sus pagos, que algunos ya han enfermado y los demás colegas han tenido que contribuir económicamente para toda su atención, ya que no cuentan con un seguro que los respalde.

Ante estas declaraciones intentamos comunicarnos con la doctora Piorela Anariba, vocera de los médicos Código Verde, pero no tuvimos respuesta, de igual manera, con Miguel Morazán, quien es el delegado presidencial del programa Con Chamba Vivís Mejor quien tampoco respondió. 

Por otra parte, la Conferencia Médica Latinoamericana y del Caribe (Confemel), ha dado a conocer su malestar ante estas contrataciones del personal sanitario, ya que asegura que esta es una serie de reformas a normativas que, argumentando la urgencia en la necesidad de personal, han autorizado en Honduras la contratación de médicos sin considerar «la normativa que rige el gremio médico de su país» .

La organización de profesionales de la salud recordó a las autoridades hondureñas el principio de la colegiación como una garantía para un ejercicio profesional de la medicina: «su responsabilidad constitucional es poner la salud del pueblo hondureño en manos de médicos contratados bajo el cumplimiento de los requisitos exigidos por la Constitución y la ley». 

La estigmatización continúa

El doctor Carlos Umaña, presidente de los médicos del IHSS en San Pedro Sula, señaló que continúan teniendo reportes de parte del personal médico, ya que en varios lugares les han prohibido el ingreso a establecimientos de alimentos y que ,en muchos casos, hasta en sus propias colonias de residencia reciben malos tratos al verlos portar sus uniformes. «Los médicos estamos teniendo problemas para abastecernos. Nuestras familias no pueden salir a abastecerse, ni nosotros porque estamos estigmatizados. Recuerden que nosotros también somos seres humanos y comemos, nuestras familias también», puntualizó.

Umaña hizo un llamado a la población y pide que colaboren con las personas encargadas de enterrar a los fallecidos de COVID-19. Además, de que en el supermercado, tengan la cortesía de permitir que los médicos y enfermeras puedan hacer sus compras antes que el resto de las personas, ya que son largas jornadas de trabajo las que se están realizando para hacer frente al COVID-19.

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Ana Irías Author
Sobre
Periodista hondureña.
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