Un total de 19 incendios forestales se reportan en lo que va del año en el Parque Nacional la Tigra, pero 3 incendios diarios han sido provocados en los últimos días a pesar del confinamiento de la población por la llegada de la pandemia del COVID-19 en Honduras. Las autoridades no atienden las denuncias de los incendios por atender la pandemia, o al menos esa es la excusa, explica Jorge Luis Palma, director técnico de la Fundación Amigos de la Tigra (Amitigra).
Según estudios del Centro de Información Toxicológica (Centrox), de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacia, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, la contaminación por humo a causa del tabaco, la industria y los incendios forestales, aumentan de manera significativa el riesgo de propagación del coronavirus. Sin embargo, los incendios en el Parque Nacional La Tigra en el departamento de Francisco Morazán no deberían preocuparnos solo por eso. Este parque fue declarado como la primera área protegida de Honduras en 1980. Cuenta con un patrimonio forestal de 24,040 hectáreas, donde se produce el 30 % de agua que abastece el noreste de Tegucigalpa y 104 caseríos de los municipios de Cantarranas, Valle de Ángeles y Santa Lucía.
Amitigra registra entre 30 y 40 incendios por año, con una afectación promedio de 1,000 hectáreas. En Contracorriente (CC) entrevistamos al director técnico de Amitigra, Jorge Luis Palma (JP) quien asegura que también se debe poner atención a esta problemática aunque todos los esfuerzos estén orientados a atender la pandemia.
CC: ¿Cuántas hectáreas de bosque han sido dañadas a causa de los incendios en este año?
JP: Sin contar los dos incendios suscitados el día martes, serían 305 hectáreas afectadas. En las últimas semanas se han reportado hasta tres siniestros al día.
CC: ¿Qué impacto produce la contaminación a causa de los incendios y quienes son los más afectados?
JP: La población se ve afectada en sus vías respiratorias, ya que la quema de las plantas son las que más emiten gases a la atmósfera, los más afectados siempre son los niños, las personas adultas mayores y quienes tienen padecimiento de problemas como rinitis y asmáticos.
CC: ¿Qué tipo de trabajos está realizando Amitigra para contrarrestar los incendios forestales?
JP: En estos momentos un equipo de alrededor de 20 personas —tomando todas las medidas ante la alerta por la pandemia que azota el país— nos mantenemos en puntos estratégicos. Las cuadrillas se ubican en el sector de Cofradía, en Jutiapa y en El Hatillo. Contamos con la ayuda de cuatro torres que están instaladas en el parque para alertar cuando el fuego se propaga.
CC: ¿Amitigra cuenta con el apoyo de otros sectores al momento de una alerta de fuego?
JP: Nos colabora el Instituto de Conservación Forestal (ICF), el Cuerpo de Bomberos de Honduras y muchas veces los vecinos de las comunidades salen a combatir el fuego en apoyo a nuestras cuadrillas, entre otros.
CC: ¿De dónde se abastecen de agua para lograr apagar los incendios?
JP: Nosotros no utilizamos agua para contrarrestar el fuego, porque no contamos con fuentes de agua accesibles para las zonas montañosas, es por esa razón que los incendios se combaten por medio de la ronda «corta fuego», que consiste en construir una ronda por donde se dirige el fuego, para que cuando llegue hacia esa ronda se detenga ahí y allí se apague.
CC: ¿Quiénes provocan estos incendios?
JP: En el parque nacional La Tigra todos los incendios son provocados por la mano humana. Muchas veces son provocados por personas que ingresan a la montaña a sacar miel y, para alejar las abejas, inician el fuego que luego se les va de control.
CC: ¿Ante esta situación cuál es el trabajo de las autoridades para detener esto?
JP: Tenemos muchas debilidades en cuanto eso, sobre todo en el marco legal porque para enjuiciar estas personas se exigen muchas pruebas, casi que debería estar el fiscal o la persona que va a denunciar al momento que cometen el hecho, además en estos momentos por la emergencia ante el COVID-19 las autoridades no están atendiendo.
CC: ¿Cuál sería el llamado a la población en general para evitar que nuestra área protegida continúe siendo afectada?
JP: Todos debemos aportar en el cuidado de nuestros recursos naturales. Si se utilizara fuego, se tiene que ser responsable. Al final cuando quemamos impactamos en el ciclo de lluvia, la calidad de nuestra agua y después nos vemos sumamente afectados, ya que cada vez más tenemos menos agua disponible.