Contracultura
Atacando al mensaje y al mensajero: el arte crítico frente a las tropas digitales del Gobierno hondureño
Las críticas al actual Gobierno en las obras de artistas como Luis Barahona, más conocido como «Garabatos», y Ámbar Nicté, les llevó a enfrentarse a ataques masivos en redes sociales. Aunque no existe una censura directa, el trabajo artístico ha sido objeto de condicionamiento y de ataques, no solo de bots, sino también de personas reales organizadas para defender de cualquier forma las acciones de la presidenta Xiomara Castro y su Gobierno.
La minificción une a universidades hondureñas en una apuesta por la creatividad literaria
La publicación Bajo el sol de las higueras reúne minificciones de estudiantes de tres universidades hondureñas, explorando temas que van desde la fantasía clásica hasta las crudas realidades sociales. Este proyecto literario busca potenciar la creatividad y reflexionar sobre el mundo que nos rodea.
¿Puede el sector cultural en Honduras sobrevivir con lo presupuestado en inversión para 2025?
El Programa de Inversión Pública en Honduras para el sector de las artes y la cultura en 2025 propone una inversión de 221.1 millones de lempiras, dividida entre inversión productiva y social para fortalecer la infraestructura cultural y apoyar a las instituciones sin fines de lucro. Esta cifra representa un esfuerzo significativo en comparación con años anteriores, pero, ¿es esta cantidad suficiente para atender las necesidades del sector cultural del país?
El periodismo aportó a la creación de la mejor serie de todos los tiempos: The Wire
La serie televisiva The Wire no fue un éxito comercial; poca gente que conozco la ha visto, a pesar de que siempre figura en los tops de las listas que intentan nombrar a las mejores series de la historia, y que para algunas personas sea la número uno.
Elogio a la amistad
A Maru, por su cumpleaños, por su existencia.
El niño que perdió un dragón
—¡Puta, perdí mi dragón! —exclamó el niño de pijama a cuadros.
Se acostó sin cenar, se bañó sin ganas, atrasó el sueño en espera del dragón. Nadie sabía qué era lo que esperaba sentado, en la orilla de la cama, dubitativo, razonando las sinrazones de la pérdida de un dragón en estos tiempos; la filosofía existencial en un niño, la irresponsabilidad social que implicaba el descuido de no haberlo amarrado a la pata de la cama. ¿Y si tiene hambre? ¿O frío?