Autoras: Vienna Herrera, Celia Pousset, Jennifer Ávila y Catherine Calderón
La diosa Temis, ciega y con una balanza, se erige en piedra frente a la Corte Suprema de Justicia, ese palacio inalcanzable para los casos de mujeres que fueron violadas, golpeadas, sufrieron una emergencia obstétrica y fueron criminalizadas, o finalmente fueron asesinadas.
Honduras es uno de los países más violentos para las mujeres en América Latina. Aunque la tendencia de homicidios en general ha ido bajando en los últimos ocho años, hay algo que no desciende y, al contrario, se eleva cada año: las denuncias por violencia doméstica, delitos contra la libertad sexual y los femicidios. Hasta el 31 de octubre de 2023*, el Centro de Derechos de Mujeres registró 341 muertes violentas de mujeres; el año anterior cerró con 297.
Muertes violentas en 2023*
La impunidad que rodea estos casos es grande. Entre 2010 y 2019 apenas 35 % de los casos de muertes violentas que recibió el Ministerio Público ingresaron a la Corte Suprema de Justicia. Muchos de estos crímenes no pasan la cortina de hierro de un Ministerio Público que no prioriza esta emergencia.
Hay fallas en el sistema, y uno de los problemas más graves es la tipificación errónea de los delitos. Por ejemplo, a pesar de que el artículo 208 del Código Penal describe como femicidio agravado que el victimario «haya sido o fuera pareja de la víctima», entre enero de 2015 y agosto de 2023 el Ministerio Público ingresó a sus bases de datos 21 casos tipificados de parricidio (de los 100 casos ocurridos en ese período de tiempo) en los que el denunciado tenía o había tenido una relación de pareja con las mujeres.
Pero la justicia no solo les queda debiendo a las mujeres; también las agrede. En Honduras hay casos de mujeres procesadas injustamente por el delito de aborto tras sufrir emergencias obstétricas mal atendidas en el sistema de salud. Con pruebas inconclusas y afectadas por estereotipos de género, las mujeres son sometidas a largos procesos judiciales, re victimizantes y agotadores; el papel del Ministerio Público es usualmente el que menos las favorece.
Periodista recientemente graduada de la escuela de periodismo de Sciences Po Rennes ( Francia), he trabajado temas de género, justicia y desigualdad en Guatemala y El Salvador, he incursionado en el documental radiofónico en Francia sobre migración
Célia Pousset Periodista de InvestigaciónPeriodista, cofundadora y directora editorial de Contracorriente. LASA Media Award 2020, Premio Gabo a la Excelencia Periodística 2023.
Jennifer Ávila Co fundadora y Directora EditorialCofundadora de Contracorriente y directora de desarrollo. Cubre temas de género, en específico población LGTBI, violencia y juventud. METIS fellow 2019.
Catherine Calderón Co fundadora y Directora de DesarrolloCréditos:
Este es un especial de Contracorriente.
Idea creativa y edición de las historias: Jennifer Ávila
Investigación: Vienna Herrera y Celia Pousset
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen
Corrección de estilo: María Eugenia Ramos Web: Rafael Romero
Las ilustraciones fueron elaboradas con la aplicación de Inteligencia Artificial de Canva y BING, con ideas y edición de Catherine Calderón.
Gracias al apoyo de Fund for a Just Society y Seattle International Foundation
Periodista de investigación con enfoque especializado en género. Apasionada por investigar las estructuras de poder políticas, económicas y patriarcales en Honduras. En 2020 formó parte del equipo finalista del premio Gabo en la categoría de cobertura con el proyecto «Tierra de Resistentes».
Vienna Herrera Periodista de Investigación