Mientras el gobierno promueve la justicia tributaria, el SAR ha dejado de auditar y fiscalizar a empresas desde 2022
El gobierno ha declarado una lucha contra las élites económicas, pero el Servicio de Administración de Rentas (SAR) ha suspendido desde 2022 las auditorías de fiscalización tributaria, a pesar de que mantiene un costoso Departamento de Auditoría Tributaria, con más de 90 empleados. Esta medida, adoptada bajo la gestión de Marlon Ochoa, genera preocupación en expertos en derecho tributario, pues deja a las empresas en una especie de «amnistía factual» y pone en duda la efectividad de las transformaciones del sistema fiscal prometidas por la administración de Xiomara Castro.