Un día de septiembre de 2021, a solo dos meses de que Nayib Bukele cumpliera la mitad de su mandato, la Policía Nacional Civil (PNC) generó un reporte que vinculaba a agentes policiales con el asesinato de 279 personas en los 33 meses transcurridos desde enero de 2019. Para entonces, la Fiscalía ya tenía años siguiendo la pista a una organización a la que se conoció como Los Exterminio, que había iniciado en 2015 asesinando pandilleros, pero que después diversificó sus operaciones criminales y comenzó a asaltar todo tipo de negocios, a extorsionar, a dedicarse al sicariato y hasta a matar a policías sospechosos de estarles investigando. Los Exterminio nacieron en el oriente de El Salvador de la desesperación de unos empresarios asediados por las pandillas y, a pesar de que estas estructuras han sido desarticuladas desde 2022, uno de los fundadores del grupo asegura que en 2024 siguen operando. “Pero ya solo matan por dinero”, dice. Además, confiesa que él mismo tuvo que esconderse cuando se enteró de que alguien más en la organización había ordenado que le mataran. Los Exterminio han operado bajo la cobertura y colaboración extraoficial de la PNC y bajo la mirada displicente del Estado. La misma Fiscalía, que los investigó, supo de los planes para asesinar a por lo menos 54 personas y permitió que las mataran. Esta es la historia de una organización que ha penetrado a la Policía Nacional Civil y cuyos crímenes están en la impunidad.