México es el país más peligroso de América Latina para hacer periodismo, según la Clasificación Mundial de Reporteros sin Fronteras (RSF), y además concentra un deterioro de los principales factores económicos que restringen el entorno de la libertad de prensa, entre ellos la concentración de la propiedad de los medios, y el uso discrecional de la publicidad y las subvenciones estatales.
La periodista mexicana Carmen Aristegui, directora de Aristegui Noticias, añade otro factor: el espionaje y la desinformación, producto de agentes estatales y privados, y destaca la publicación de Televisa Leaks, una serie de reportajes basados en la filtración de cinco terabytes de información de la maquinaria de desinformación de Televisa. “Es un escándalo monumental, que requeriría una atención de los medios mexicanos, pero hay un silencio estruendoso de la parte más grande de los medios tradicionales y una gran discusión en las redes sociales, en YouTube, en Facebook, en TikTok”, dice Aristegui.
En una conversación con el programa Esta Semana que se transmite en el canal de YouTube de CONFIDENCIAL, debido a la censura televisiva en Nicaragua, Aristegui resaltó la resistencia del periodismo nicaragüense en el exilio; la persecución contra José Rubén Zamora, exdirector de El Periódico, preso en la cárcel en Guatemala; y las investigaciones periodísticas de El Faro en El Salvador sobre las alianzas de Nayib Bukele con las pandillas para llegar al poder.
Según el Informe Mundial sobre libertad de prensa, elaborado por Reporteros sin Fronteras (RSF), México sigue siendo el país más peligroso de América Latina para hacer periodismo. ¿Quiénes están detrás de la violencia y cómo se puede hacer periodismo bajo esas presiones?
Este informe de Reporteros sin Fronteras, efectivamente, coloca a México en esta circunstancia. Trágicamente, seguimos siendo un país que tiene una larga lista de periodistas asesinados en los últimos años, que siguen quedando en la impunidad.
Quién está detrás de esta violencia, pueden ser varios factores. Los informes de RSF nos hablan de organizaciones criminales que pueden estar detrás de algunos asesinatos, pero también actores del Estado en el ámbito municipal. Cuando tienes franjas del territorio nacional que están captadas totalmente por el crimen organizado y el narcotráfico, se rompe la frontera entre autoridad y crimen organizado. Y los periodistas que investigan, que señalan o que dan alguna información que incomoda o que pone en cuestionamiento la existencia de este estado de cosas, son perseguidos o son asesinados.
Es lo que se vive en Sinaloa, por ejemplo, donde con la entrega o captura del capo de capos, el Mayo Zambada hace algunos meses, se desató una lucha fratricida entre los grupos que se disputan el control de este poderoso cártel, más sus confrontaciones con el otro cártel principal Jalisco Nueva Generación. Hay factores de confrontación criminal que dejan a la población, incluyendo a los periodistas, en situaciones de gran vulnerabilidad.
El informe de RSF indica que en México ha habido un deterioro de los factores económicos que inciden en la libertad de prensa. Menciona la concentración de la propiedad de los medios, presiones económicas de los anunciantes, eliminación o utilización discrecional de las subvenciones estatales. ¿Cómo impacta esto en las posibilidades de sostener a los medios independientes?
Todos estos factores son importantísimos, es un modelo de comunicación oficial que ha prevalecido por décadas, por más que RSF o Artículo 19 han documentado el uso discrecional del dinero público para campañas publicitarias oficiales, cantidades multimillonarias de recursos económicos para convenios de propaganda oficial a lo largo de los años.
Es verdad que en los últimos años del sexenio anterior al actual, se ha reducido sustancialmente el volumen, pero sigue siendo multimillonario, hubo momentos en donde el volumen de recursos para los medios era obsceno y la utilización discrecional del mismo, efectivamente, atenta contra las líneas editoriales, cuando tú tienes el garrote y la zanahoria con dinero público en relación a los medios de comunicación, se trastoca de manera sustantiva la decisión editorial, porque hay un convenio que puede estar o no estar, según el tratamiento informativo que el medio o los periodistas den al asunto que le importa al Gobierno.
Estamos hablando de algo que no se ha modificado, por más que ha habido iniciativas, que incluso han llegado hasta la Suprema Corte de Justicia, pero hay una gigantesca muralla que no se quiere derribar, porque esta circunstancia resulta conveniente para muchos factores de poder, incluyendo los mediáticos.
El otro tema que menciona este informe, y se refiere no solo a México, sino a nivel global, es el creciente poder de las plataformas tecnológicas y las campañas de desinformación. Aristegui Noticias publicó una investigación sobre una gran operación de desinformación en México. ¿Cómo funciona la desinformación?
Esta serie de reportajes provienen del acceso que tuvo Aristegui Noticias a cinco terabytes de información, videos, documentos, instrucciones, es el universo de información y documentación que estamos revisando todavía porque es gigantesco, de lo que hacen en un espacio de la televisora más grande de México, y probablemente la más grande de Hispanoamérica en creación de contenidos, que es Televisa.
Esta serie la hemos llamado Televisa Leaks y están mostrando los casos más rotundos de cómo se puede fabricar una noticia, cómo se puede generar una campaña en contra de alguien para destruir su reputación, cómo se puede hacer tal o cual cosa desde esa oficina con gente trabajando ex profeso en las instalaciones de la televisora, en un lugar al que le llaman Palomar, porque estaba en la parte superior de Televisa Chapultepec.
Tuvimos acceso fue a todas las maquinaciones que a lo largo de los años se fueron presentando para incidir en la opinión pública, para generar contenidos manipulados, fabricados, algunos de ellos. Un caso extremo que nos ha impactado muchísimo, fue la escenificación en donde los propios actores de Televisa, actuaban ellos mismos un video en donde se hacían pasar como la madre y el padre de una presunta víctima de una violación a una menor de edad por parte de otro menor de edad, que era el hijo de un magistrado con un conflicto de cierto tipo y entonces había que aniquilar a ese magistrado, el magistrado Camero, que por cierto murió de cáncer después.
Ese magistrado Camero fue acribillado desde mecanismos de esta naturaleza y en Televisa Leaks se puede observar, porque tenemos toda la información a través de los 5 terabytes, cómo se discutió, cómo lo actuaron, el ensayo, todo está grabado y luego cómo quedó todo eso, o bien, cómo se hicieron campañas para favorecer a un ministro de la Suprema Corte de Justicia para que llegara a la presidencia del Máximo Tribunal de Justicia del país, cosa que se logró. El expresidente de la Suprema Corte de Justicia, Arturo Zaldívar, fue favorecido por la televisora.
Es un escándalo monumental, que requeriría una atención de los medios mexicanos, pero hay un silencio estruendoso de la parte más grande de los medios tradicionales y una gran discusión en las redes sociales, en YouTube, en Facebook, en TikTok. Ahí está Televisa Leaks a todo lo que da, pero en las primeras planas tradicionales Televisa Leaks no existe. Algunos columnistas independientes han escrito del tema, pero en relación al impacto o cobertura del sistema mediático mexicano, están en la tarea de silenciarlo.
Hace dos años, vos fuiste objeto en México de operaciones de espionaje, utilizando la plataforma Pegasus que incluso llegó a ser parte de una investigación judicial. Presumo que detrás de ese tipo de acciones habían actores estatales, ahora estás hablando de un poder privado en operaciones de desinformación. ¿Estas son campañas paralelas entre poderes privados y poderes estatales, o tienen que ver con la misma raíz?
Al final tiene que ver con la misma raíz, muchas de las cosas convergen. En el caso del espionaje de Pegasus, también queda claro que en México el Gobierno por mucho abusó de la utilización de esta herramienta tan intrusiva. Tenemos información muy clara que se publicó en el proyecto coordinado por Forbidden Stories desde Francia, donde participamos 80 periodistas del mundo. Ese Pegasus Project fue la posibilidad de tener acceso a 50 000 números, a los que tuvo acceso Forbidden Stories, que ingresaron al sistema de NSO (Group, empresa israelí) y se presumía que podían ser números contaminados por Pegasus. Se hizo una investigación multinacional gigante para identificar de quiénes eran esos 50 000 números, se logró identificar a miles, no a todos, pero de esos miles se pudo hacer el forensic para saber cuántos habían sido espiados. De esos 50 000 números del uso de Pegasus en el mundo, 15 000 eran mexicanos y era solo un universo en determinadas fechas. No sabemos en realidad la dimensión, pero ese es un indicador de cómo se llegó a usar Pegasus por miles en México.
Acaba de dar a conocer R3D, esta organización por los derechos digitales, las pruebas judiciales que ha presentado Meta en el pleito judicial que tiene WhatsApp contra NSO por la utilización de WhatsApp para espionaje. Y la mayor parte de esas víctimas o teléfonos impactados por Pegasus son mexicanas. Así que cuando hablas de Pegasus y del espionaje, tristemente, así como el tema de la violencia contra las periodistas, en el tema del espionaje, México, triste y llanamente, es un campeón.

¿Cómo valoras el periodismo que se está haciendo en Centroamérica, en Nicaragua, desde el exilio; en Guatemala, con José Rubén Zamora, en la cárcel; en El Salvador, bajo el asedio de un presidente autoritario con una gran popularidad, como es el caso de Nayib Bukele?
Estoy hablando con uno de los principales periodistas de Nicaragua, aprecio enormemente tu trabajo y el que hace el equipo del que formas parte, porque desde el exilio siguen haciendo su tarea y sabemos de la inmensa dificultad que es ejercer el periodismo en las condiciones en las cuales están ustedes.
No solamente es tener que irte de tu país para seguir hablando de tu país, es verte despojado de tu nacionalidad, como lo hizo el señor Ortega y la señora Murillo. Claro, como dijo muy bien el querido Sergio Ramírez, “son más nicaragüenses que nunca”, en este intento de despojarlos de lo esencial. Y sabemos de lo que ha sucedido contigo, el caso de la familia Chamorro, es emblemático, y no te voy a decir yo a ti lo que significa hacer periodismo desde estas condiciones, cosa que hay que valorar, apreciar, estimular, porque al final de cuentas es una batalla gigantesca la que hacen ustedes.
En el caso de Guatemala, tenemos esta dualidad, un presidente que llegó democráticamente al cargo, como es Bernardo Arévalo, pero que tiene enfrente esta estructura judicial encabezada por Consuelo Porras, la fiscal, y toda la estructura judicial que es absolutamente siniestra.
Zamora es un caso icónico desde hace varios años, pero en este momento vemos cómo esta lucha de poderes produce cosas como que regresa a la cárcel después de haber logrado una reclusión domiciliaria. Es inaudito lo que pasa con Zamora, las acusaciones, la persecución, el sometimiento en la cárcel de una persona que ha dado una batalla periodística gigantesca, ha sido el periodista de investigación más potente en Guatemala con su publicación, El Periódico que tuvo que cerrar.
Lo que ha ocurrido con Zamora y los demás periodistas guatemaltecos es terrible. Y el hecho de que haya logrado llegar al Ejecutivo un presidente como Arévalo, que se ha pronunciado a favor de que se libere a Zamora, y se enfrenta con esta pared gigantesca de un poder establecido y mantenido en las instancias judiciales. Así que tampoco hay ahí nada que celebrar, en una situación verdaderamente dramática.
Y en el caso El Salvador, hay que reconocer y apreciar enormemente también el trabajo que hacen los colegas salvadoreños, principalmente de El Faro, que ahora están revelando el testimonio de personas que han que han estado involucradas con las pandillas y con el crimen salvadoreño y que entraron en negociación con (Nayib) Bukele, cuando Bukele fue postulado por el Frente (Farabundo Martí para la Liberación Nacional para alcalde), y cómo hizo alianzas con esos grupos criminales.
Y ahora Bukele es un presidente que se ha instaurado en el poder, fuera de lo que establece la Constitución. Algunos le llaman dictador a Bukele por haberse impuesto en una reelección que no estaba contemplada en la propia Constitución. Un poder enorme, con gran eficacia, entre comillas, porque sí desmanteló las pandillas salvadoreñas a costa de una serie de reglas básicas del Estado de Derecho.
El Faro está mostrando en este instante el tipo de alianzas de Bukele para llegar a la presidencia de El Salvador hace algunos años, a pesar de la adversidad y a pesar de las enormes campañas que también los colegas salvadoreños han tenido que enfrentar cuando ejercen el periodismo con libertad y con independencia, se les han ido a la yugular, a los amigos de El Faro les ha ido fatal.
Hablando de Pegasus, ellos demostraron prácticamente en tiempo real cómo habían sido espiados con Pegasus. Lograron una cosa impresionante de poder identificar en tiempo real cómo estaban siendo infectados sus teléfonos.
Así que estamos hablando de periodistas en El Salvador, Guatemala, y Nicaragua, cuyo trabajo es importantísimo, y se sobrepone a todas las adversidades que puede haber en gobiernos como los de Ortega, Bukele o con sistemas político-judiciales como el que está imperando todavía en Guatemala.