Hace ya un año desde que Eta y Iota causaron devastación en su paso por el Valle de Sula, principalmente en cuatro municipios controlados por alcaldes que buscan reelegirse, pero que no contemplan en sus planes de gobierno a estos sectores olvidados. Contracorriente visitó el municipio de La Lima en donde una gran cantidad de personas continúan sin un hogar estable, sin empleo o ingresos económicos regulares. Algunas viviendas fueron reconstruidas con desechos plásticos, madera y viejos trozos de láminas.
Texto: Stephany Chávez
Fotografías: Antonio Gutiérrez
Cuatro alcaldes del Valle de Sula que buscan la reelección han ignorado a miles de personas que lo perdieron todo durante los huracanes Eta y Iota en noviembre de 2020. Algunas colonias lucen olvidadas y muchas todavía no han podido recuperar ni siquiera los servicios de agua potable y energía eléctrica.
Los alcaldes Santiago Motiño, de La Lima; Arturo Castro, de San Manuel; Armando Calidonio, de San Pedro Sula (los tres del departamento de Cortés) y Alexánder López de El Progreso, en el departamento Yoro, se han olvidado de miles de ciudadanos que actualmente están abandonados después de que sus viviendas se dañaron o desaparecieron tras la furia de dos ciclones tropicales.
Carlos Sánchez es presidente del patronato de la colonia 22 de junio, un sector marginado, abarrotado de lodo y en condiciones infrahumanas que está más cerca de las ciudades de La Lima y El Progreso que de San Manuel, Cortés, adonde jurisdiccionalmente pertenece.
Sánchez dice que en noviembre del año pasado en la colonia 22 de junio desaparecieron por completo 13 viviendas a causa de las fuertes lluvias y los desbordamientos, por su cercanía con el Canal Maya, durante las inundaciones registradas en noviembre de 2020.
El Canal Maya funciona como un canal de alivio del río Chamelecón. Desde el año 2005 se construyó para evitar las inundaciones. Sobre el puente que pasa por este canal, cientos de habitantes de las colonias vecinas se refugiaron el jueves 4 de noviembre de 2020. La mayoría se mantuvo ahí hasta trasladarse a albergues o retornar a sus casas.
Sánchez denunció que el alcalde de La Lima y candidato a la reelección por el Partido Nacional, Santiago Motiño López, no les ayuda porque la mayoría tramitan su tarjeta de identidad en el municipio de San Manuel, y siendo este un año electoral, impide que sean posibles votos. «Hoy que está el alcalde Motiño nosotros estamos borrados del mapa para La Lima. Y el alcalde de San Manuel, no conoce acá», agrega Sánchez en referencia a Santiago Castro, quien pertenece al partido Libertad y Refundación (Libre), aseguró.
Los habitantes de la colonia 22 de junio tampoco han recibido ayuda del alcalde progreseño Alexánder López, secretario general del Partido Liberal, quien busca la reelección por quinto periodo consecutivo y que tiene como vecinos a miles de habitantes de San Manuel.
Alexander López, acusado de usar una maquinaria extensa de clientelismo político en El Progreso, se ha negado en reiteradas ocasiones a ayudar a miles de habitantes de San Manuel, Cortés, argumentando que no pertenecen a su jurisdicción.
Armando Calidonio, que lleva 12 años en el poder y busca la reelección como alcalde sampedrano, ha quedado en deuda en colonias como San Jorge, Fe y Esperanza, Morales sectores 1, 2, 3 y 4, Canaán y Ángel Fajardo en el sector sur de los bajos del Río Chamelecón, las cuales continúan en el abandono.
Jesús Discua —habitante del sector Chamelecón, que maneja una página de Facebook en donde cuenta los problemas de su sector— dijo a Contracorriente que las colonias La Canaán, San Jorge y Fe y Esperanza, no cuentan con servicio de energía eléctrica y agua potable desde noviembre del año pasado. Morales 1, 2, 3 y 4 y Ángel Fajardo urgen de un sistema de drenaje y reparación de las vías de acceso a éstas.
Discua contó que el misionero estadounidense Steve John, miembro del Ministerio cristiano «Al pasar de Jesús» colaboró con la construcción de viviendas de madera a los afectados en las colonias San Jorge y La Canaán. Los trabajos comenzaron seis meses después de los huracanes Eta y Iota.
Las ayudas generalmente provienen de fundaciones o iglesias. Carlos Sánchez, de la colonia 22 de junio, dice que actualmente solo reciben ayuda de algunas personas de buen corazón, entre ellas de la fundación Humanity and Hope, que les brinda apoyo mensual con víveres a 52 familias que conforman esta colonia. Aclara que la colonia no ha recibido la ayuda de ninguna alcaldía.
Contracorriente aplicó encuestas a candidatos políticos de los 18 departamentos, cuyas propuestas figuran en la plataforma A quién Elijo. Los alcaldes Santiago Motiño, y Alexander López respondieron a dicha encuesta. Motiño ingresó a la alcaldía limeña en 2018 y Alexander López busca su quinto periodo consecutivo.
La Lima fue el municipio más afectado en el Valle de Sula, no obstante, el alcalde Santiago Motiño no contempla dentro de su próximo plan de gobierno la protección del ambiente o medidas de prevención para mitigar los efectos de desastres naturales. Alexánder López tampoco incluye como prioridad el medio ambiente y los sectores vulnerables. Sus prioridades: la seguridad y el empleo.
En el portal oficial de la alcaldía de San Manuel, dirigida por Reynold Arturo Castro, se encuentra el plan operativo anual 2021, pero no se incluye a la colonia 22 de junio entre los posibles beneficiados de los proyectos. En su lugar la labor se apoya principalmente en el casco urbano del municipio.
Por su parte, el ingeniero Armando Calidonio en la presentación oficial de su próximo plan de gobierno para la «ciudad industrial» no menciona directamente al sector de Chamelecón como prioridad para su próximo posible mandato. Para variar, el principal enfoque del edil han sido obras gris y la construcción de puentes a desnivel.
Sectores vulnerables con necesidad extrema en el Valle de Sula
«Cuando las personas regresaron a sus casas no tenían qué comer, desde entonces la fundación realiza una entrega de donaciones alimentarias mensuales», dice Daniel Mejía, miembro de una fundación de norteamericanos denominada Humanity and Hope que tiene su sede en El Progreso.
Daniel Mejía asegura que, viendo la necesidad extrema en La Lima, comenzaron a brindar ayudas desde diciembre de 2020 a miles de pobladores.
Hasta mayo de 2021, el gobierno de Honduras había destinado 205 millones de lempiras para ejecutar el programa «No están Solos» que contempló rescates, habilitación de albergues, limpieza de zonas afectadas, no obstante, en junio de este año, en Chamelecón y La Lima miles de damnificados denunciaron no haber recibido ningún tipo de ayuda.
María Quintanilla, de 36 años, tiene su humilde vivienda construida con restos de nailon, al costado derecho de la vivienda de su hermana, María Victorina. Ambas habitan en la colonia Buen Samaritano de La Lima, Cortés, en la orilla de la lodosa calle principal que da acceso a la colonia.
María Quintanilla, quien vive en condiciones de hacinamiento, cuenta que el año pasado, antes de Eta y Iota, alquilaba un cuarto para vivir junto con sus siete hijos, pero después de los huracanes la cuartería quedó destruida, ella se quedó sin dinero para el pago del alquiler y tuvo que desalojar.
«En noviembre del año pasado nos rescató un helicóptero», recuerda María Quintanilla. Y es que la ciudad de La Lima se convirtió en el epicentro de los ciclones tropicales el año pasado.
Una cantidad incalculable de personas esperaron sobre sus techos al menos 24 horas para ser rescatadas. Como el caso de María, que permaneció en una terraza desde el 5 de noviembre y fue rescatada el siguiente día a las 7 de la mañana por un helicóptero de las Fuerzas Armadas.
Durante 27 días las aeronaves de las Fuerzas Armadas, surcaron el cielo del Valle de Sula prestando servicio de rescate a 4000 personas aisladas en comunidades afectadas por los huracanes.
Después de un año, miles de familias de La Lima aún no han podido reconstruir sus viviendas. Muchos de los niños de la colonia Buen Samaritano asisten a clases dos días a la semana para recibir clases debajo de los árboles.
María Quintanilla reveló que su situación es tan grave que hay días que sus hijos no comen. «Antes lavaba ropa e iba a traer guineos para conseguir una entrada de dinero, pero ahorita ya no se puede hacer eso. Cuando tengo le doy a mis niños, y cuando no, ni modo; el año pasado estaban yendo a la escuela, pero ahorita no».
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Entre el 1 y el 16 de noviembre de 2020 Honduras fue sacudida por los ciclones tropicales Eta y Iota. El jueves 4 de noviembre, miles de personas salieron de sus casas buscando salvaguardar sus vidas, angustiados, en las orillas de los ríos, en el techo de sus casas, inclusive en árboles, esperando lo peor, únicamente con la esperanza de conservar sus vidas, observando ante sus ojos cómo el agua arrasaba con todo a su paso.
Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), tras una evaluación de los efectos e impactos causados por la tormenta tropical Eta y el huracán Iota en Honduras, estima el costo total causado por los fenómenos meteorológicos en 52,099 millones de lempiras.
En la colonia San José, ubicada al extremo noreste de ciudad, las calles del sector están todavía en pésimas condiciones, casi intransitables. Muchos vecinos aún no cuentan con servicio de agua potable y energía eléctrica. Un gran número de casas continúan abandonadas y sus cascotes lucen por las calles de la colonia.
Hay personas que no regresaron por la imposibilidad de reconstruir sus viviendas nuevamente o por el temor de enfrentarse a otro infortunio parecido.
A Doña María Victorina, de 55 años —habitante de la colonia Buen Samaritano— una corriente de agua le arrancó su casa de madera que estaba sobre un bordo. Lo perdió todo.
María Victorina, tras quedarse sin un techo, junto a su esposo de 70 años, construyó una casa con desechos, nailon y láminas viejas que les regalaron algunos vecinos y otras que juntaron de los escombros que dejó el huracán. Ahí vive junto a su madre de 76 años y su padre de 89.
«Quien trabaja es mi esposo, pero solo gana 1000 lempiras (41.51 dólares) a la semana», dice María Victorina, con preocupación.
Sara García y su familia, durante las inundaciones fueron rescatados en una pequeña canoa por vecinos de la colonia, después caminaron durante tres horas hasta que llegaron a El Progreso. Ahora viven en una casa que le alquilan a una señora a la que Sara le lavaba la ropa. La dueña —dice Sara— se fue del país después de las tormentas.
El servicio de energía eléctrica fue instalado en la colonia San José hasta marzo de este año y para poder abastecerse de agua, la familia de Sara y otros vecinos sacaron agua de un pozo.
Jairo Joel Hernández, presidente del patronato de la colonia Las Mañanitas, dijo que las personas que viven a orillas del puente del Canal Maya, en un pequeño bordo conformado por cinco sectores, no cuentan con servicios básicos. Añadió que el patronato realizó solicitudes a la municipalidad de La Lima, pero han sido ignoradas: «Hace poquito anduvieron 10 personas anotando para pisos dignos, pero no hay respuesta».
Esmeralda Ramírez, quien durante las inundaciones permaneció varias noches en un techo así como otras 200 personas de su comunidad, afirma que actualmente no cuentan con servicio de agua potable en sus casas y que quienes tienen cisterna comparten y apoyan a los demás a abastecerse.
Ramírez cuenta que anteriormente la Cruz Roja Hondureña llegaba hasta la colonia Suyapa con una cisterna de agua para repartir entre los vecinos, pero era muy poco lo que recibía cada persona y ahora ya no se brinda ese servicio.
Para comenzar a construir su casa de nuevo, Esmeralda solicitó ayuda en Facebook. Poco a poco algunas personas le ayudaron y pudo comprar bloques para el comienzo de su casa, pero hasta el momento la construcción está detenida porque no cuenta con los recursos suficientes para terminarla.
A pocos días de las elecciones, a realizarse el próximo 28 de noviembre, poco se ha hablado de la necesidad de reconstruir las vidas de los afectados por los huracanes, no obstante, cientos de millones de lempiras se han gastado en campañas políticas, que se traducen en centenares de vallas publicitarias y anuncios en medios de comunicación.
1 comentario en “Cuatro alcaldes a reelección se olvidan de miles de afectados por los huracanes”
Excelente reportaje para recordar porque NO debo votar otra vez 🙄 sin pensar antes en estas notas…